Los Buhitos y la Ciudad de las Estrellas

Tiempo de lectura: 5 minutos

Los Buhitos y la Ciudad de las Estrellas
¿PREFIERES UN AUDIOCUENTO?

Si prefieres, puedes escuchar el cuento mientras haces otras tareas

Los Buhitos y la Ciudad de las Estrellas. Érase una vez, en la Ciudad de las Estrellas, un grupo de buhitos que se llamaban a sí mismos “Los Buhitos”. Estos eran muy curiosos y siempre estaban buscando aventuras para vivir.

Un día, los Buhitos decidieron que era hora de explorar la ciudad y ver todo lo que pudieran. Así que salieron de su anidación y comenzaron a moverse por las calles iluminadas por las estrellas.

Mientras caminaban, vieron a varios animales de la ciudad, como gatos y perros, y se detuvieron para saludar a cada uno de ellos. Continuaron caminando hasta que llegaron a una plaza en el centro de la ciudad. Allí, se encontraba un puesto de venta de comida, donde la gente pedía sus almuerzos. Los Buhitos estaban muy curiosos por saber qué comían los humanos, por lo que se acercaron para ver algunos de los platos que se ofrecían.

De repente, uno de los buhitos se acercó demasiado y sin darse cuenta, piso un tomate. Este se resbaló y cayó encima de la comida en el puesto, causando que todos los clientes se molestaran y reprendieran a los buhitos por su comportamiento imprudente. Los Buhitos se sintieron realmente tristes por haber causado un problema, así que huyeron rápidamente del lugar.

Pasaron varias horas caminando por la ciudad, pero aún no encontraban nada interesante. Fue entonces cuando, uno de los Buhitos notó una tienda de antigüedades. Era un lugar lleno de cosas antiguas y desconocidas para ellos. Querían explorar más, pero la tienda estaba cerrada.

Así que, en el sigilo de la noche, los buhitos regresaron a la tienda, gracias a su habilidad para volar y ingresar por una pequeña ventana abierta. Este era un lugar mágico e interesante; lleno de objetos de diferentes épocas. Podían ver monedas antiguas, espejos dorados tallados y una gran cantidad de libros.

De repente, uno de los buhitos encontró un libro muy interesante llamado “Historias de los guardianes de la ciudad”. Lo examinaron con detenimiento y descubrieron que las historias estaban relacionadas con los animales de la ciudad, así como sobre los misterios que escondía.

Muy emocionados por descubrir más sobre la ciudad de las estrellas, los Buhitos decidieron comprar el libro. Regresaron al anidamiento para poder leerlo con calma y compartiéndolo entre ellos. Durante varias noches seguidas, los buhitos se sentaron juntos para leer la historia de la ciudad y, poco a poco, descubrieron que había mucho más de lo que habían imaginado.

Decidieron que era hora de descubrir más acerca de esos misterios en la ciudad y trayendo consigo algunas de sus herramientas, se adentraron en diferentes partes de la ciudad. Caminaron por las calles oscuras, a medida que la noche avanzaba, y observaban sus aledaños.

Mientras pasaban por el bosquecillo, escucharon un sonido extraño. De repente, un pequeño ratón saltó ante ellos. Las plumas de los Buhitos se erizaron por la sorpresa del encuentro. El ratón se quedó quieto por un momento, luego se dio vuelta y corrió. Los Buhitos de inmediato lo persiguieron, pero, a medida que avanzaban, los pequeños gritos del animalito disminuían. Al llegar a una clara donde la luz de la luna les iluminaba, encontraron al animal inmovilizado en una pequeña red y quién se había capturado a sí mismo. Los Buhitos lo liberaron y el ratón agradecido, les prometió mostrarles un lugar interesante y diferente de la ciudad.

El ratoncito comunicó a los Buhitos, que había escuchado acerca de un lugar en la ciudad, donde solía transcurrir un río, combinado con cascadas y un bosque mayúsculo; algo que jamás habían visto. Los Buhitos se mostraron emocionados de saber que había algo nuevo en la ciudad, así que le agradecieron al ratón y se pusieron en marcha para llegar al bosque.

Finalmente, llegaron al bosque y estos se quedaron maravillados al verlo. Todo parecía mágico, como si la naturaleza misma hubiera trabajado en crearlo. Los Buhitos llegaron justo a tiempo para disfrutar del amanecer desde la copa de los árboles. Los árboles se encontraban tan altos, que parecía que sus hojas besaban las nubes y ellos mismos no podían evitar sentirse más cercanos a ellas.

Fue una experiencia maravillosa, que los Buhitos nunca olvidarían. Había encontrado la guía perfecta en el ratón, y juntos pudieron descubrir las maravillas de la ciudad de las estrellas. Desde entonces, exploraban verdaderas joyas como ésta. Siempre manteniendo en la mira a los animales que la habitaban, muy conscientes de su alrededor, aprendiendo más día a día, y cuestionándose si podrían encontrar algún otro lugar sobresaliente que la ciudad tuviera escondido.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Los Buhitos y la Ciudad de las Estrellas
¿Te ha gustado «Los Buhitos y la Ciudad de las Estrellas»?
¡Compártelo con tus amigos!
Facebook
Twitter
Pinterest
WhatsApp
Email
Imprimir