Las princesas rebeldes. Érase una vez, en un reino lejano, había dos hermosas princesas llamadas Rose y Lily. Eran hermanas y estaban tan unidas como podía ser. A pesar de ser princesas, no podían darse el lujo de elegir a sus propios maridos, ya que les correspondía a sus padres, el rey y la reina, decidir con quién se casarían.
A medida que crecían, Rose y Lily a menudo soñaban con encontrar el amor verdadero en sus propios términos, pero sabían que era poco probable que sucediera. Se resignaron a su destino y esperaron pacientemente a que sus padres arreglaran matrimonios adecuados para ellos.
Un día, el rey y la reina anunciaron que habían encontrado maridos adecuados para sus hijas. Lily se casaría con un príncipe de un reino vecino y Rose se casaría con un rico comerciante. Las princesas estaban desconsoladas, ya que no amaban a los hombres con los que se iban a casar.
Pero estaban decididos a encontrar una salida a los matrimonios concertados. Se les ocurrió un plan para escapar del castillo y emprender una búsqueda para encontrar a sus verdaderos amores.
Esperaron hasta la oscuridad de la noche, cuando todos dormían, y se escabulleron del castillo. Cabalgaron a caballo durante días, viajando a través de bosques y montañas, y finalmente llegaron a una tierra lejana.
Allí, conocieron a dos apuestos príncipes llamados James y Nick, que estaban también buscando sus princesas prometidas. Inmediatamente se cayeron bien y pasaron horas hablando y conociéndose. Rose y Lily sabían que habían encontrado a sus verdaderos amores y James sentía lo mismo.
Pero aún no estaban fuera de peligro. El rey y la reina habían enviado grupos de búsqueda para encontrar a sus hijas desaparecidas y se estaban acercando a la ubicación de las princesas.
James, siendo un príncipe valiente y noble, se ofreció a proteger a las princesas y ayudarlas a escapar. Juntos cabalgaron de regreso al reino de James, donde se casaron en una hermosa ceremonia.
Rose y Lily vivieron felices para siempre con sus verdaderos amores, y estaban agradecidas por la aventura que las llevó a su felices para siempre.