Las ositas y el volcán en erupción

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Las ositas y el volcán en erupción
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Las ositas y el volcán en erupción. Érase una vez, en una boscosa montaña, vivían dos ositas muy amigas llamadas Pili y Kiki. Ellas siempre jugaban y exploraban juntas, gozando del hermoso paisaje que la naturaleza les regalaba.

Un día, mientras estaban jugando cerca de un río cristalino, escucharon un fuerte ruido proveniente de la cima más alta de la montaña. Al mirar hacia allá, descubrieron que el volcán que se encontraba en la cima estaba en plena erupción, arrojando lava y enormes rocas hacia todos lados.

Pili y Kiki se quedaron paralizadas al ver el espectáculo que se estaba desarrollando ante sus ojos. Nunca habían visto algo así y no sabían qué hacer, pero pronto se dieron cuenta de que tenían que actuar rápido, o bien podrían estar en peligro.

De repente, recordaron que su abuela, una sabia osa que también vivía en la montaña, les había enseñado cómo protegerse durante un terremoto o un volcán en erupción. La abuela les había dicho que, en caso de emergencia, debían alejarse de la zona de peligro e ir lo más lejos posible. Pero también debían estar preparadas para cualquier contingencia.

Las dos ositas se tomaron de la mano y comenzaron a correr montaña abajo, esperando encontrar un lugar seguro. A medida que avanzaban, notaron que la lava y las rocas incandescentes se acercaban cada vez más, y que el río que antes era tranquilo y cristalino ahora era un torbellino furioso.

En ese momento, Pili y Kiki se acordaron de algo importante que la abuela les había enseñado: había un refugio cerca del río, donde podrían estar a salvo de la lava y los escombros que caían del volcán.

Sin perder un minuto, las ositas corrieron hacia el refugio y se agazaparon detrás de un gran tronco que había cerca de la entrada. Desde allí, podían observar todo lo que estaba sucediendo sin ponerse en peligro.

Mientras esperaban, Pili y Kiki se dieron cuenta de que la lava y las rocas que caían del volcán estaban destruyendo gran parte de la montaña y amenazando la vida de muchos animales que allí vivían. Así que, decidieron que, cuando la erupción se calmara, debían ayudar a sus amigos animales a encontrar un nuevo hogar.

Así que, después de un tiempo, cuando la actividad del volcán cesó y el peligro disminuyó, Pili y Kiki comenzaron a buscar a sus amigos animales para ayudarlos. Encontraron a una familia de conejos que habían perdido su madriguera, a un grupo de ardillas que no tenían más árboles donde vivir y a muchos pájaros que necesitaban un lugar seguro para construir sus nidos.

Las ositas trabajaron duro para ayudar a todos sus amigos a encontrar un hogar nuevo y seguro. Al final, con la ayuda de otros animales que también se habían unido a la misión de Pili y Kiki, lograron construir un nuevo hogar para todos, mucho más hermoso y seguro que antes.

Pese a las dificultades atravesadas durante la erupción, Pili y Kiki se sintieron contentas de haber podido ayudar a sus amigos animales. El nuevo hogar que habían creado era un lugar donde todos podían vivir felices y en paz.

Desde ese día, Pili y Kiki se aseguraron de estar preparadas para cualquier emergencia, y también de ayudar a los demás cuando estaban en peligro. Así, se convirtieron en dos ositas sabias y valientes, amadas y respetadas por todos los animales de la montaña.

Y es que, como bien decía su abuela: la sabiduría y el coraje siempre triunfan sobre las adversidades, y la verdadera felicidad se encuentra en ayudar a los demás.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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