La venganza de los esclavos. Érase una vez en un pequeño pueblo del sur de la América colonial, donde la esclavitud era común y las personas de raza negra trabajaban en las plantaciones de algodón y caña de azúcar, y no tenían derechos ni libertad.
Allí vivía Alejandro, un joven esclavo que había nacido en esta tierra y no conocía otra forma de vida. Pero un día miró alrededor y vio la injusticia en su alrededor, se dio cuenta de que él y los de su raza no eran más que objetos, tratados cruelmente y sin ningún derecho a la vida.
Esto le hizo pensar en la venganza, y comenzó a planear la rebelión. En secreto, comenzó a hablar con los otros esclavos y a animarlos a unirse a él en una gran revuelta para luchar por su libertad. Al principio, muchos desconfiaban de él, pensando que sería una locura rebelarse contra sus amos, pero poco a poco, Alejandro logró convencerlos para unirse a su causa.
Finalmente, la noche llegó y la luna llena iluminó el cielo. Los esclavos reunidos en un lugar secreto, armados con machetes y hachas se dirigieron a las plantaciones que les habían esclavizado. La noche era oscura, pero tenían un plan bien trazado. Lentamente, los esclavos fueron entrando en las casas de sus amos y los aniquilaron en sus sueños.
Así, despertaron al día siguiente para encontrarse con el horror total. Las familias de los amos estaban muertas y los asesinos se habían agrupado en el centro de la plantación, derramando la sangre de las ovejas tontas. Lo habían logrado, no habían dejado títere con cabeza en su camino.
Alejandro y sus amigos se apoderaron de la mansión principal y liberaron a otros esclavos que habían sido sometidos a la esclavitud. Comenzaron a vivir en la casa de los amos, como si fuera su hogar, cocinando y haciendo tareas domésticas que antes eran propiedad de sus amos.
El resto de la población miraba todo esto aterrorizados, no podían creer lo que estaba pasando, era algo nunca visto. Pero Alejandro y sus amigos, en su corazón sabían que esto solo era el comienzo. Comenzaron a establecer reglas y ordenanzas en su nuevo hogar. Pronto, su nuevo hogar comenzó a prosperar con la libertad.
El pueblo se convirtió en el lugar más seguro de la región, y la gente comenzó a buscar refugio allí. Los antiguos amos corrieron a pedir ayuda a la ciudad más cercana para que retomara su tierra. Desesperados de ver que no podían recuperarla, se alejaron para nunca volver.
Había sido una sangrienta victoria. Muchos habían perdido la vida, pero la libertad habría pagado todos los sacrificios. De pronto, la región comenzó a escuchar noticias sobre la revuelta llevada a cabo en aquel lugar. La prensa regional acudía al lugar para ceñir a los nuevos dirigentes, esperando encontrar la justificación de los acontecimientos. Pero, Alejandro rehusaba hablar con los periodistas, su mente estaba muy ocupada en construir una nueva vida para todos los esclavos que habían vivido allí.
Pronto, su nuevo hogar se convirtió en un ejemplo a seguir. La gente comenzaba a hablar de él y su gran rebelión a lo largo de todo el continente. Su victoria y su espíritu fueron la inspiración que necesitaban otros esclavos que pensaban que no tenían ayuda ni esperanza.
La vida en la región cambió radicalmente, la gente dejó de ver a los esclavos como objetos y los comenzaron a considerar como seres humanos con los mismos derechos que ellos. Gracias al coraje y bravura de Alejandro, todos ellos lograron la libertad y hubo más carpetas de justa igualdad y espacios de convivencia segura.
Así, Alejandro logró lo que parecía imposible, la venganza por todas las penurias que él y su raza habían enfrentado a lo largo de los años y la libertad que merecían. Nunca más volverían a ser esclavos y todo esto había sido gracias a su determinación y su valentía.
Sin embargo, nunca olvidó la razón por la que se había rebelado en primer lugar. La libertad era solo el comienzo, la pelea por la igualdad de todos aún estaba por ser ganada. La rebelión había creado un nuevo comienzo, una oportunidad para luchar por la equidad y un futuro digno para todos.
La historia de Alejandro se volvió conocida en todo el mundo, su esfuerzo y la victoria de los esclavos fueron los hechos más importantes para el nacimiento de una nueva región. La lucha continuaba, la reconstrucción de sus cuerpos y mentes habría de ser una constante que no moriría nunca más.
Alejandro se convirtió en un héroe nacional, y aunque los hermanos no estaban allí para luchar a su lado, él sabía que su memoria y espíritu les guiaba a él y a todos sus compañeros de lucha. Así se dió por teminada esa historia y una oleada de inspiración y esperanza recorrió cada rincón del continente.
Esta era la venganza que Alejandro quería, la libertad de su pueblo y una igualdad para todos aquí y allá.