La Sirena del Jardín de los Corales

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La Sirena del Jardín de los Corales
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La Sirena del Jardín de los Corales. Érase una vez, en el fondo del mar, un jardín muy especial, lleno de corales y criaturas marinas de todos los colores. Este jardín era conocido por su belleza y la armonía que se respiraba en él, y estaba gobernado por una hermosa sirena, la Sirena del Jardín de los Corales.

La Sirena del Jardín de los Corales se encargaba de mantener el equilibrio en el jardín, velar por la salud de los corales y cuidar a los peces que los habitaban. Era una sirena muy querida por todos los habitantes del mar, y todos la admiraban por su sabiduría y su dulzura.

Un día, sin embargo, algo extraño comenzó a suceder en el jardín. Los corales empezaron a perder su colorido, y los peces se debilitaban. La Sirena del Jardín de los Corales no entendía qué estaba sucediendo, pero sabía que algo andaba mal.

-Debe haber algún tipo de contaminación en el agua -pensó la sirena-. Tendré que investigar para descubrir qué está causando esto.

Recorrió todo el jardín, buceando entre los corales y hablando con los peces, pero no encontró ninguna fuente de contaminación. Estaba a punto de darse por vencida cuando, de repente, se topó con un pequeño pulpo que parecía estar muy preocupado.

-¡Sirena! -exclamó el pulpo, asomando su cabeza por entre las rocas-. ¡Estoy muy preocupado! He oído rumores de que hay un barco que ha anclado cerca de aquí, y que está arrojando basura en el mar.

La Sirena del Jardín de los Corales se sobresaltó al escuchar esto. Si los rumores eran ciertos, eso explicaría por qué los corales y los peces estaban sufriendo. Sin perder un segundo, la sirena decidió investigar.

Nadando a toda velocidad, llegó a la superficie del mar, donde encontró un barco enorme, sin marca ni identificación alguna. Al acercarse, pudo ver cómo la tripulación arrojaba todo tipo de basura al agua, sin importarles lo que pudiera pasar.

La Sirena del Jardín de los Corales se enojó como nunca antes lo había hecho. Esa gente estaba destruyendo su hogar, contaminando el agua y poniendo en peligro a los seres que habitaban en el mar. Decidida a hacer algo al respecto, nadó alrededor del barco, reuniendo a todos los animales del mar para que la ayudaran.

Juntos, crearon una tormenta que se acercó el barco. Las olas sacudieron el barco y la tripulación, que no sabía lo que estaba pasando, empezó a asustarse. De repente, una enorme ballena emergió de las aguas, haciendo que el barco se zarandeara con fuerza.

-Todos ustedes están destruyendo nuestro hogar -gruñó la ballena-. ¿No se dan cuenta de lo que están haciendo?

La tripulación, aterrorizada, decidió levantar anclas y salir pitando de allí. La Sirena del Jardín de los Corales y sus amigos se quedaron, limpiando el agua y sanando a los seres que habían sido afectados por la contaminación.

Desde ese día, los habitantes del mar del jardín de los corales estuvieron más alerta, vigilando cualquier tipo de actividad sospechosa. Y la Sirena del Jardín de los Corales se ganó el respeto y la admiración de todos y cada uno de ellos, convirtiéndose en una leyenda que nunca sería olvidada.

Porque esa sirena había llevado la armonía y la paz a su hogar, y había demostrado que todos y cada uno de nosotros tenemos el poder de cambiar el mundo. Solo tenemos que creer en nosotros mismos y hacer lo correcto, siempre.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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