La Sirena del Jardín de las Estrellas del Mar. Érase una vez una hermosa sirena llamada Estrella del Mar. Vivía en el fondo del océano, rodeada de sus amigas las criaturas marinas. Estrella del Mar era muy curiosa y siempre buscaba nuevas aventuras. Un día, decidió explorar un jardín mágico que se encontraba en las profundidades del océano. Era un lugar lleno de plantas, flores y árboles que brillaban como las estrellas en el cielo.
Estrella del Mar nadó durante horas hasta que finalmente llegó al jardín. Lo que más llamó su atención fueron unas flores que parecían linternas chinas. Se acercó curiosa para verlas mejor, pero de repente, un pequeño gusano de mar apareció detrás de ella y la empujó con todas sus fuerzas.
Estrella del Mar cayó sobre las flores mágicas y, de repente, sintió que algo extraño le estaba sucediendo. Su cuerpo cambió y se convirtió en una pequeña sirena. La sirena estaba muy asustada y no sabía qué hacer. De repente, escuchó una voz, era la Sirena del Jardín de las Estrellas del Mar.
– Hola, pequeña sirena -dijo la Sirena del Jardín-. Has llegado a mi jardín mágico. Sé que algo extraño te ha sucedido, pero no te preocupes, aquí estarás a salvo.
La Sirena del Jardín explicó a Estrella del Mar que su jardín estaba protegido por un hechizo de transformación. Aquel que lo tocara, cambiaría de forma, pero no debía preocuparse, el hechizo tenía solución. La Sirena del Jardín le dijo a Estrella del Mar que debía encontrar la Flor de la Transformación que crecía en el jardín y comérsela.
Estrella del Mar estaba decidida a encontrar la flor y recuperar su forma original. Comenzó a explorar el jardín en busca de la flor, pero el gusano de mar que la había empujado estaba escondido entre las plantas y la seguía. En un momento dado, el gusano apareció y le quitó la flor que Estrella del Mar había encontrado.
– ¡No puedes tu con mi astucia! -dijo el gusano mientras sostenía la flor- Ahora, tú vas a ser mi prisionera para siempre.
Pero el gusano de mar no contaba con la fuerza y la valentía de Estrella del Mar. La pequeña sirena lo enfrentó con coraje y logró derrotarlo. Finalmente, recuperó la Flor de la Transformación y se la comió.
Al instante, su cuerpo volvió a su tamaño original y recuperó su color brillante como las estrellas. La Sirena del Jardín de las Estrellas del Mar apareció frente a ella y le dijo:
– Felicidades, pequeña sirena, has logrado superar mis pruebas y has demostrado tu valor y coraje. Por eso, te regalo esta flor mágica para que puedas regresar a tu hogar y siempre recuerdes la aventura que viviste en este lugar.
Estrella del Mar agradeció a la Sirena del Jardín de las Estrellas del Mar por su ayuda y guardó la flor en su cola para llevarla siempre con ella. Nadó de regreso a casa, donde sus amigas la recibieron con alegría. Les contó todo lo que había sucedido y todas se quedaron asombradas y felices por ella.
Desde ese día, la pequeña Estrella del Mar se convirtió en la guardiana del jardín mágico y realizaba visitas frecuentes para ayudar a la Sirena del Jardín de las Estrellas del Mar y acompañarla en sus aventuras. Además, contaba a cualquier criatura que encontrara sobre el jardín y su magia, para que se llenaran de curiosidad y se animaran a visitarlo.
De esta manera, la historia de la pequeña sirena que encontró su valor en el mágico Jardín de las Estrellas del Mar se convirtió en una leyenda que se transmitió de generación en generación. Todos en el océano conocían la historia y admiraban a Éstrella del Mar por su valentía y coraje.