La Sirena del Arrecife de Coral de los Peligros. Érase una vez, en un precioso arrecife de coral, vivía una hermosa sirena llamada Ariela. Ella era la guardiana de su hogar acuático y velaba por la seguridad de todos los habitantes del arrecife.
Un día, mientras Ariela nadaba por su hogar, notó que algo extraño estaba sucediendo. Los corales parecían enfermos, algunos peces estaban flotando en la superficie del agua y la luz del sol se desvanecía. Ariela sabía que algo estaba mal y decidió investigar.
Navegó por el arrecife buscando pistas y finalmente llegó a un lugar remoto y oscuro donde se topó con una criatura temible. Era un calamar gigante de ojos rojos que echaba tinta y succionaba cualquier cosa que se le acercara. Ariela se dio cuenta de que esta criatura estaba destruyendo el arrecife y que ella debía detenerla.
Éste era un calamar muy astuto, que había sido expulsado de su hogar por otros animales del mar por su comportamiento malvado. Ahora, estaba decidido a vengarse y destruir todo a su paso.
Ariela estaba decidida no permitir que destruyera el hogar de tantos animales y tan hermoso arrecife.
«¡Debes dejar de destruir nuestro hogar!» dijo Ariela al calamar gigante.
«No tienes derecho a decirme lo que debo hacer. Te desafío a una batalla en el corazón del arrecife,» el calamar gigante respondió.
Ariela aceptó el desafío, sabiendo que tenía que ser astuta y valiente para ganar esta pelea. Ella reunió a todos los habitantes del arrecife que pudieron ayudar, y juntos construyeron un plan para derrotar al calamar gigante.
Cuando llegó el día de la batalla, el calamar gigante estaba listo para luchar y no tuvo idea de lo que Ariela y sus amigos estaban preparando. Entonces, comenzó la pelea.
El calamar gigante envió sus tentáculos hacia Ariela, pero ella era más rápida y esquivó todos sus golpes. Los amigos de Ariela ayudaron lanzando rocas y algas al calamar gigante, lo que lo distraía, mientras Ariela le daba golpes al cuerpo, debilitándolo poco a poco.
La lucha duró toda una tarde y Ariela y sus amigos trabajaron juntos con determinación. Finalmente, el calamar gigante comenzó a debilitarse y supe que iba a perder la lucha.
Ariela estuvo a punto de ganar cuando el calamar gigante, para coronar su intento de venganza, y sabiendo que la lucha estaba perdida, arrojó tinta oscura en el arrecife. El líquido oscuro cubrió la mayoría del arrecife, oscureciéndolo al punto que todos los animales y la plantas quedaron en la oscuridad.
Ariela sintió la tristeza en su corazón al ver a su precioso hogar tan perjudicado como resultado de esa lucha.
En ese momento, Ariela tuvo una idea. Sabía que tenía que hacer algo para salvar su hogar. Nadie viviría cómodamente en un arrecife oscuro.
Entonces, ella reunió a todos sus amigos y juntos comenzaron a recolectar diversos materiales para combatir esa oscuridad.
Fueron corriendo por todo el arrecife, buscando todas las criaturas que podían ayudarles, y finalmente encontraron una solución. Una columna de estrellas de mar de diferentes colores, brillaba en la oscuridad. Ariela y sus amigos sabían que esas estrellas de mar emitían una luz resplandeciente, que iluminaría de nuevo su hogar y combatiría la oscuridad del calamar.
Fueron directo hasta la columna de estrellas de mar, pero descubrieron que esa zona estaba en manos del calamar. Sin embargo, ellos habían venido hasta allí a luchar y rescatar su hogar, así que combatieron contra el calamar. La pelea fue dura, pero ellos poseía un sentimiento de seguridad y determinación, y finalmente la ganaron.
Tomaron todas las estrellas de mar y las colocaron en el arrecife. Empezaron a emitir la luz que deshacía la oscuridad y reconocieron el arrecife blanco de nuevo, con colores vívidos.
Ariela se sintió emocionada por el trabajo que había hecho. Dos días después, el mar volvió a su estado normal.
El arrecife de coral volvió a la vida y todas las criaturas del mar estaban felices y seguras una vez más.
Ariela aprendió que cuando trabajas juntos, puedes superar cualquier obstáculo, ella y sus amigos estaban orgullosos del arrecife y sabían que se cuidaría para siempre. Juntos formaron una comunidad solidaria en la que se cuidaban entre todos.
Ahora, Ariela es la protectora del arrecife y vela por la seguridad de todos. Ella es la sirena del arrecife de coral de los peligros, y todos la respetan y la admiran por su valentía y astucia.
Desde ese entonces todos los animales se reunieron todos los años a celebrar su victoria y la unidad creada por la sirena del arrecife entre ellos. Ya nunca más tendrían que luchar juntos contra algun mal con la suficiente fuerza como para hacer de las suyas.
Ariela sonrió al ver a todos sus amigos felices y el arrecife brillando una vez más. Todo esto gracias a que nunca se rindieron y pelearon juntos para mantener su hogar seguro. Ahora su hogar quedaba sano, brillante y lleno de colores.