La Sirena de la Ciudad del Encanto y la Magia

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La Sirena de la Ciudad del Encanto y la Magia
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La Sirena de la Ciudad del Encanto y la Magia. Érase una vez en la Ciudad del Encanto y la Magia, una hermosa sirena llamada Marina, quien vivía en una gruta submarina en el fondo del mar. Marina solía pasar sus días cantando y explorando los arrecifes de coral, pero siempre se sentía sola.

Un día, mientras cantaba su canción favorita, escuchó una dulce voz que le respondió. Era una niña llamada Sara, quien estaba jugando en la playa.

Marina se emocionó mucho al escuchar a alguien hablarle, pero no sabía cómo acercarse a la pequeña Sara sin asustarla.

Después de pensarlo un poco, decidió transformarse en su forma humana y nadar hasta la playa. Al llegar, se presentó como una amable y dulce dama llamada Marina. Sara se asombró al verla y se acercó sin miedo.

Marina y Sara se hicieron amigas rápidamente y comenzaron a jugar juntas en la playa todos los días. A la hora en que Marina debía regresar al océano, ella prometió a su amiga que volvería a visitarla pronto.

A partir de ese día, Marina fue frecuentemente a la playa para jugar con Sara. Una vez, Marina le preguntó a su amiga si alguna vez había visto un lugar mágico, donde las criaturas vivieran en completa armonía y paz.

La pequeña Sara sacudió la cabeza y Marina decidió mostrarle algo que la llevaría a un lugar mágico.

Así que, esa misma noche, Marina la llevó a las profundidades del océano, donde había un mundo de criaturas mágicas y con luces brillantes.

La pequeña asistió a un espectáculo de medusa que iluminarían el abismo en la oscuridad, y también a cangrejos que se movían de un lado a otro.

Desde ese día, Sara y Marina vivieron una aventura submarina y después de cada jornada en el mar, Sarah siempre regresa a casa emocionada y dispuesta a contarle todas las cosas que había visto.

Pero un día, mientras Marina estaba en casa, escuchó gritos de socorro. Supo de inmediato que algo andaba mal y decidió nadar en busca de ayuda.

Al llegar a la superficie, encontró muchos barcos navegando por las aguas, pero uno de ellos estaba dañando el océano y a sus amigos marinos. La sirena sabía que tenía que hacer algo para detenerlos.

Así que, se transformó en su forma humana y subió a bordo del barco. Cuando llegó, encontró al capitan del barco y le pidió que detuviera el motor, pero se negó. Marina sabía que necesitaba una solución rápida antes de que su hogar, el océano, fuera destruido.

De repente, se dio cuenta de que la bandera del barco llevaba la insignia de la Ciudad del Encanto y la Magia, entonces decidió hacer algo; se abalanzó sobre el capitan y le quitó el control del motor.

Para la sorpresa del capitan, el motor se detuvo inmediatamente. Marina explicó al hombre que estaba dañando el océano y a todas las criaturas marinas, pero que si era más cuidadoso en el futuro, podrían coexistir en armonía.

El capitan pidió disculpas a Marina y a las criaturas del océano, y prometió ser más responsable en el futuro.

Marina se sumergió de nuevo en el océano y regresó a su casa en la gruta submarina. Los animales del océano estaban felices de ver que ella había salvado el día.

Sara pronto se acercó a la gruta submarina para visitar a su amiga Marina y ella le contó lo que había pasado. Sara estaba muy orgullosa de su amiga sirena por haber protegido el océano y sus criaturas.

A partir de entonces, Marsh y Sara siguieron disfrutando de su aventura submarina juntas, y siempre recordaron que es importante cuidar y proteger el medio ambiente para que las criaturas mágicas puedan seguir coexistiendo en armonía. Fin.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La Sirena de la Ciudad del Encanto y la Magia
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