La Sirena de la Ciudad de las Sirenas. Érase una vez en la Ciudad de las Sirenas, había una sirena llamada Marina, que era la más curiosa de todas las criaturas del mar. Marina siempre estaba explorando nuevos recovecos en el océano y haciendo preguntas sobre todo lo que veía.
Un día, Marina decidió preguntarle al anciano del mar, el Pulpo Sabio, sobre la leyenda de la Sirena de la Ciudad de las Sirenas. El Pulpo Sabio era una de las criaturas más sabias del océano, conocía los secretos más profundos del mar y siempre tenía una respuesta para todo.
Marina, muy emocionada, preguntó al Pulpo Sabio: «Anciano del mar, ¿podría contarme la historia de la Sirena de la Ciudad de las Sirenas?».
El Pulpo Sabio hizo una pausa, cerró los ojos, recogió las imágenes en su mente y comenzó a contar la legendaria historia:
«Hace muchos años, en la Ciudad de las Sirenas, había una joven sirena llamada Violeta que soñaba con explorar la playa y descubrir el mundo humano. A pesar de que todas las sirenas sureñas le advirtieron del peligro, Violeta decidió salir del agua por su cuenta.
Cuando llegó a la playa, Violeta se sentía muy feliz, pero pronto se dio cuenta de que estaba en peligro. Los humanos la vieron y salieron corriendo de miedo. Violeta intentó explicar que no tenía intención de hacerles daño, pero los humanos no entendían el lenguaje de las sirenas.
Asustada, Violeta decidió regresar al mar, pero mientras trataba de alejarse, se dio cuenta de que estaba atrapada en la arena. No importaba cuánto intentara moverse, su cola estaba enterrada en la arena y no podía liberarse.
Las sirenas de la Ciudad de las Sirenas se dieron cuenta de que Violeta no había regresado y, preocupadas, enviaron a un equipo de búsqueda. Finalmente, la encontraron atrapada en la playa y lucharon por liberarla.
Pero, desafortunadamente, fue demasiado tarde, Violeta se había quedado sin energía y había perdido la capacidad de nadar. Las sirenas tratados de ayudar con magia, pero no podían hacer nada para salvarla.
Violeta murió en la playa, y las sirenas de la Ciudad de las Sirenas juraron que protegerían su memoria para siempre. Desde entonces, la Sirena de la Ciudad de las Sirenas se convirtió en un recuerdo inolvidable en el corazón de todas las sirenas.»
Marina, estupefacta, preguntó: «¿Cómo honramos su memoria?». El Pulpo Sabio respondió: «Si alguien en la Ciudad de las Sirenas es lo suficientemente valiente como para explorar la playa, la Sirena de la Ciudad de las Sirenas aparecerá para guiarlo y protegerlo».
Marina estaba absolutamente emocionada. Decidió ella misma ir a la playa para ver un barco humano real. Marina preparó su mochila, se despidió de su familia y se dirigió a la playa. Mientras nadaba a través del mar, los vientos la arrastraron a la superficie.
De repente, una fuerte ola la empujó hacia la playa, y Marina quedó atrapada en la arena, incapaz de mover su cola. Flaqueando y sin poder, Marina pensaba en lo que podía hacer para salir de allí.
De repente, apareció delante de ella la Sirena de la Ciudad de las Sirenas. Resplandeciente y hermosa, la Sirena de la Ciudad de las Sirenas comenzó a cantar, y la arena comenzó a desaparecer de debajo de Marina.
Marina comenzó a mover su cola, agradecida por el acto de la Sirena de la Ciudad de las Sirenas. Emocionada, le agradeció a la Sirena de la Ciudad de las Sirenas por haberla salvado.
La Sirena de la Ciudad de las Sirenas replicó: «Nunca dejes de explorar los secretos del océano. Todas las criaturas del mar tienen mucho que enseñarnos. Y, si te encuentras en peligro, no te preocupes, siempre estaré aquí para ayudarte».
Marina se sintió muy afortunada por haber conocido a la Sirena de la Ciudad de las Sirenas. Y, a partir de ese día, Marina estuvo acompañada por la Sirena de la Ciudad de las Sirenas siempre que se adentraba en aguas desconocidas.
Juntas, Marina y la Sirena de la Ciudad de las Sirenas exploraron las profundidades desconocidas del océano, descubrieron las criaturas más extrañas, vieron los colores más vibrantes y aprendieron muchos secretos sobre el mar.
Marina nunca se olvidó de Violeta y de la lección que le enseñaron sus hermanas, siempre recordó su memoria y se convirtió en una heroína de la Ciudad de las Sirenas. Gracias a la Sirena de la Ciudad de las Sirenas, continúan explorando y estudiando el océano.
Y, cuando regresan a la Ciudad de las Sirenas, Marina canta con su voz suave y dulce en honor a Violeta, la Sirena de la Ciudad de las Sirenas y todas las maravillosas criaturas del mar.
FIN.