La princesa y el zapato de cristal

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La princesa y el zapato de cristal
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La princesa y el zapato de cristal. Érase una vez en un reino lejano, una hermosa princesa llamada Isabella. Ella era amada y admirada por todos en el reino, pero había una cosa que la hacía especial: su hermoso zapato de cristal. Este zapato fue dejado accidentalmente en un baile real por una hada madrina y solo se ajustaba perfectamente en el pie del Isabella.

Cada vez que había un baile en el castillo, la princesa usaba su zapato de cristal y se convertía en el centro de atención. Todos admiraban su belleza y elegancia. Pero a pesar de la belleza y la fortuna de la princesa, ella anhelaba algo más en su vida. Quería encontrar el amor verdadero.

Un día, mientras paseaba por el jardín del castillo, la princesa se encontró con un joven campesino llamado Juan. Él era un joven trabajador y no tenía fortuna, pero tenía un corazón gentil y amable. La princesa e instantáneamente se sintió atraída por su dulzura y carisma.

Pero, en lugar de decirle a Juan cómo se sentía, la princesa decidió ocultar su amor y tratarlo como a cualquier otro campesino. Ella lo visitaba en secreto en su pequeña cabaña en el bosque y lo ayudaba con sus tareas diarias, alimentándolo y cuidándolo.

Un día, el rey organizó un gran baile para la princesa. Él invitó a todos los solteros del reino, incluyendo a Juan. A pesar de que la princesa quería estar con Juan, no quería que nadie supiera que el joven campesino era su verdadero amor.

Mientras bailaba con varios pretendientes, la princesa perdió su zapato de cristal. Desesperada, comenzó a buscar por toda la sala de baile. Pero cuando lo encontró en manos de Juan, se sorprendió y se sonrojó al mismo tiempo.

«Estos no son tus zapatos», dijo Juan, sorprendido al ver el zapato de cristal. «Estos zapatos parecen hechos para ti», dijo la princesa coquetamente.

De repente, un rayo iluminó el cielo y la cabaña de Juan comenzó a temblar violentamente. La princesa y Juan corrieron juntos hacia la cabaña para averiguar qué estaba sucediendo.

Se encontraron en medio de una tormenta mágica hecha por el hada madrina. La hada madrina les explicó que la única manera de detener la tormenta era que Isabella le contara la verdad al rey y se casara con el amor verdadero de su corazón.

Isabella fue a hablar con su padre y finalmente le contó la verdad. A pesar de estar sorprendido, el rey vio la verdadera felicidad en los ojos de su hija y le permitió casarse con Juan.

Desde entonces, la princesa Isabella y Juan vivieron felices para siempre. El zapato de cristal ya no era importante, porque tenían el amor verdadero y eso lo era todo. La princesa ya no tenía que esconder sus sentimientos, y caminaba felizmente con Juan mientras el sol brillaba y los pájaros cantaban.

Y aunque muchos otros pretendientes vinieron a sus puertas, sólo de alguien a quien apreciar realmente su sinceridad y lealtad, algo que el zapato de cristal no puede hacer.

¡La moraleja del cuento es que el verdadero amor no tiene nada que ver con la apariencia exterior!

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La princesa y el zapato de cristal
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