La Perrita del Castillo de la Magia. Érase una vez una perrita muy especial llamada Bella. Bella era una golden retriever que vivía en un castillo muy lejano, en la cima de una montaña. Este castillo era conocido por ser el castillo de la magia, ya que allí vivían los magos más poderosos del reino.
Bella estaba muy orgullosa de su hogar. Siempre encontraba un lugar soleado para acostarse y observar las alrededores del castillo. Un día, mientras contemplaba el paisaje, su peluda cola comenzó a agitarse de un lado a otro. Bella había visto un problema en la lejanía y como una perrita muy valiente, no iba a dejar que nada malo pasara.
Decidió que lo mejor era hablar con los magos del castillo para que la ayudaran a resolver el problema. Cuando llegó al castillo, preguntó por el Gran Mago. El Gran Mago era conocido por resolver todos los problemas del reino, pero también era muy difícil de encontrar.
Finalmente, después de buscar mucho y de sortear diferentes obstáculos, Bella encontró al Gran Mago en su torre de cristal.
– ¿Qué pasa, pequeña Bella?,- preguntó el Gran Mago con una gran sonrisa.
– Hay un problema, señor,- dijo Bella emocionada. – Hay un árbol muy grande que acabó de caer cerca del río y todo el camino se ha cerrado. Los árboles más jóvenes se han inclinado y formaron un túnel para que nadie pueda pasar.
El Gran Mago sabía que este era un problema muy grande y que debía solucionarlo lo más pronto posible
– Bella, necesito que vayas al bosque y recojas tres cosas para que pueda ayudar a todos a superar este problema,- dijo el Gran Mago. – Necesito una bellota, una rama y una hoja del árbol más antiguo del bosque.
– No te preocupes, señor,- dijo Bella. – ¡Contigo en este problema estamos seguros de que todo irá bien!
La perrita corrió hacia el bosque y buscó la bellota más bonita, la rama más fuerte y la hoja más brillante. De regreso en el castillo, entregó los propios tesoros al Gran Mago.
El Gran Mago tomó los objetos y comenzó a repetir hechizos mágicos. En un parpadeo, la bellota se convirtió en un bolígrafo mágico, la rama se convirtió en un lápiz y la hoja en un papel.
– Ahora necesito que escribas una carta muy importante para todos los habitantes del reino,- dijo el Gran Mago. – ¿Puedes hacerlo?
– ¡Claro que sí!,- dijo Bella al instante. – Siempre he querido ser la escritora de un mensaje importante.
La perrita tomó el bolígrafo mágico y comenzó a escribir. Escrihió sobre el árbol caído, la situación en el camino, y sobre la corriente del río creciente. A continuación, describió cómo el Gran Mago y ella, Bella, trabajaron juntos para encontrar una solución. Por último, escribió sobre el nuevo camino que había sido creado por una masa de árboles jóvenes, inclinados para formar un túnel para que la gente pudiera pasar con seguridad.
Enviaron la carta a todos los habitantes del reino y así la noticia se extendió rápidamente sobre la solución del problema.
A partir de ese día, Bella se convirtió en la heroína del castillo de la magia. Todos admiraban sus esfuerzos y valentía. De vez en cuando, la perrita pasaba alrededor del castillo simplemente para saludar a todos y recordar que ella estaba ahí para ayudar en cualquier momento.
Y todos los habitantes del reino vivieron felices y sin miedo a ningún obstáculo porque sabían que su amiga Bella siempre estaría ahí para salvar el día.
