La osita y su jardín encantado

Tiempo de lectura: 4 minutos

La osita y su jardín encantado
¿PREFIERES UN AUDIOCUENTO?

Si prefieres, puedes escuchar el cuento mientras haces otras tareas

La osita y su jardín encantado. Érase una vez una osita muy especial llamada Lola, quien vivía en un jardín encantado rodeado de flores, árboles y animales. Era una osita muy cariñosa y divertida que siempre estaba dispuesta a ayudar a sus amigos.

Un día, Lola se despertó muy temprano y salió a dar un paseo por el jardín. Notó que algunas de sus flores favoritas no estaban tan hermosas como de costumbre, así que decidió investigar. Al acercarse, encontró hileras de pequeñas hormigas que estaban arrastrando hojas y otros pedazos de vegetación, lo que estaba afectando a las flores.

Lola sabía que las hormigas no estaban haciendo esto por malicia, sino porque necesitaban las hojas para su colonia. Pero quería encontrar una solución para proteger sus flores. Decidió pedirle ayuda a su amigo Ciro, el pájaro carpintero.

Ciro era un pájaro muy astuto y habilidoso que siempre tenía una respuesta para todo. Al llegar a su casa, Lola le explicó lo que estaba pasando y le pidió consejo. «Lo que necesitas, mi querida amiga» le dijo Ciro «es una planta que pueda repeler a las hormigas y al mismo tiempo proteger tus flores».

Lola estaba muy emocionada al escuchar esto ¡Pero donde encontraría esta planta mágica? Ciro le contó sobre el sabio del bosque, quien poseía una colección de semillas raras y extrañas. Si alguien podía ayudarla, era él.

Lola no perdió el tiempo y se dirigió al bosque donde se encontraba la cueva del sabio. Al llegar al lugar, se sorprendió al ver la cantidad de semillas y plantas coloridas y diferentes que había allí. El sabio del bosque era un hombre muy sabio y amable, que le dio una calurosa bienvenida a Lola y le pidió que le explicara su problema.

Lola le contó sobre las hormigas que estaban afectando su jardín encantado y cómo quería proteger sus flores. El sabio del bosque asintió y sacó de su repisa una caja pequeña y dorada, llena de pequeñas semillas. «Estas son las semillas que estás buscando, Lola» le dijo el sabio. «Son mágicas y repelen a las hormigas».

Lola estaba muy emocionada al ver las semillas y le agradeció al sabio del bosque por su ayuda. Agradecida, emprendió el camino de regreso a su jardín encantado con las semillas metafóricas en su bolsillo.

Al llegar a casa, Lola plantó las semillas mágicas y las cuidó con esmero. En poco tiempo, las plantas crecieron y las hojas desprendían un aroma fresco y dulce. Las hormigas se mantuvieron alejadas de las plantas y los arbustos, y las flores de Lola florecieron hermosas y saludables.

Lola estaba muy agradecida con Ciro y el sabio del bosque por su ayuda. Les agradeció con un banquete de miel y dulces, y luego se puso a jugar con sus amigos en el jardín encantado. Entre risas y alegría, Lola agradeció por tener un jardín maravilloso y amigos fieles que siempre estaban dispuestos a ayudar.

Desde ese día, Lola se hace más fuerte y siempre ayuda a sus amigos en tiempos difíciles. La osita y su jardín encantado era un lugar mágico donde todo es posible, donde la cooperación, la amistad y el amor siempre triunfan. La osita Lola sabía que el secreto era siempre mantener una actitud positiva, creyendo en sí misma, mejorando su entorno y, lo más importante, ayudar a los demás a hacer lo mismo.

Y así termina esta historia de la osita Lola y su jardín encantado, que nos recuerda la importancia del trabajo en equipo y la amistad en el camino hacia la felicidad y, sobre todo, la importancia de tener un jardín viviente lleno de vida y color.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La osita y su jardín encantado
¿Te ha gustado «La osita y su jardín encantado»?
¡Compártelo con tus amigos!
Facebook
Twitter
Pinterest
WhatsApp
Email
Imprimir