La noche del bosque de Halloween

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La noche del bosque de Halloween
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La noche del bosque de Halloween. Érase una vez en un bosque encantado donde vivían seres mágicos, una noche muy especial se acercaba. Era la noche de Halloween, la noche en la que todo podía suceder.

Los animales del bosque trabajaban juntos para prepararse para la gran fiesta. Los búhos se encargaban de decorar los árboles con telarañas y calabazas. Los zorros se preparaban para cocinar la cena, y las ardillas disfrutaban de recolectar nueces para la gran noche.

Ese año, el más emocionado por la fiesta era el pequeño duende verde, que adoraba Halloween más que cualquier otro ser mágico, y estaba decidido a encontrar la calabaza perfecta para tallar.

Así, se echó su mochila al hombro y partió en busca de una calabaza que fuera lo suficientemente grande y redonda. Mientras caminaba por el bosque, notó que había algo extraño en el aire, algo que le hacía sentir un poco incómodo.

De repente escuchó un ruido muy extraño detrás de él, pero no encontró nada. Así, siguió su camino, pero a medida que avanzaba, el bosque se volvía más oscuro y espeso.

Mientras seguía su camino, vio algo brillando entre los árboles. Se acercó y descubrió que había una pequeña cabaña envuelta en un aura de misterio. Era la primera vez que se fijaba en ella, a pesar de llevar viviendo en el bosque desde que nació. La cabaña estaba en ruinas, con las ventanas rotas y la puerta chirriando cuando intentó abrirla.

No había nadie dentro, pero el duende se sintió extraño, así que decidió salir de allí lo antes posible.

Sin embargo, algo extraño comenzó a suceder. Cuando intentó salir, no pudo abrir la puerta. El pomo parecía estar pegado, por lo que decidió que tenía que buscar otra forma de salir de la cabaña.

Volvió así hacia la ventana y observó a su alrededor. Allí, vio a una figura oscura y amenazante moviéndose entre los árboles. Sin embargo, no pudo ver bien lo que era antes de que desapareciera en la oscuridad.

El duende se dio cuenta de que alguien o algo lo estaba persiguiendo. Entonces, recordó el truco que le había mostrado su abuela para cuando tenía miedo en la oscuridad: encender una vela.

El duende buscó en su mochila hasta encontrar una vela y un encendedor. Encendió la vela y se sintió un poco mejor, pero eso no resolvió el problema de su misteriosa perseguidora.

Siguió corriendo a través del bosque, pero parecía que la figura amenazante cada vez se acercaba más. Él no podía ver quién o qué era, pero podía sentir claramente el aliento de alguien o algo en su cuello.

Finalmente, cuando estaba a punto de rendirse, vio una pequeña luz brillando en la distancia. Se acercó rápidamente y encontró la pequeña cabaña del búho escondida entre los árboles.

El búho estaba sentado en su interior, preparándose para la gran fiesta de Halloween. El duende le contó lo que había sucedido, y el búho le dijo que podía quedarse allí, pero que tenía que estar preparado para lo que pudiera venir. Así, decidió unirse a la fiesta del búho por el resto de la noche.

Sin embargo, no pudo dejar de pensar en la figura oscura que lo había estado persiguiendo. No lograba quitársela de la cabeza.

Finalmente, cuando llegó el momento de tallar su calabaza, el duende decidió que quería hacer algo especial. Así que, tomó una calabaza grande y roja y comenzó a tallarla con los rasgos de la figura oscura que lo había perseguido en el bosque.

Mientras tallaba la calabaza, se dio cuenta de que había estado asustado por nada. Solo había tenido miedo de lo desconocido, y eso no era algo de lo que debería preocuparse.

Y así, la noche del Halloween se celebró en el bosque encantado, y todos los seres mágicos disfrutaron juntos de la celebración. El duende verde, la araña colgando sobre la mesa, y las hadas danzando alrededor. Todos estaban juntos, y todos se sentían seguros en el bosque.

El duende se dio cuenta de que, a pesar de los misterios y peligros que pudieran existir en el bosque, él y sus amigos mágicos siempre estarían juntos. Y eso era lo que hacía que el bosque fuera mágico.

Así, el duende decidió creer en sí mismo y en su habilidad para enfrentar los miedos desconocidos. Finalmente se sintió protegido por la magia del bosque, sabiendo que podían enfrentar cualquier desafío.

Y así, esa noche de Halloween, el bosque mágico se llenó de alegría y emoción, y el duende verde finalmente tuvo una noche para recordar y celebrar, superando sus miedos.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La noche del bosque de Halloween
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