La mariquita y la hormiga

Tiempo de lectura: 4 minutos

La mariquita y la hormiga
¿PREFIERES UN AUDIOCUENTO?

Si prefieres, puedes escuchar el cuento mientras haces otras tareas

La mariquita y la hormiga. Érase una vez una mariquita y una hormiga que eran muy amigas. La mariquita se llamaba Lola y la hormiga se llamaba Anita. Siempre jugaban juntas y compartían sus comidas. Pero un día, mientras caminaban, vieron a un gusano que estaba luchando para subir a un pequeño montículo. La mariquita y la hormiga miraron y se dieron cuenta de que el gusano necesitaba ayuda.

La hormiga Anita, sin pensarlo dos veces, fue inmediatamente a ayudar al gusano. Pero Lola la mariquita no entendía por qué Anita estaba perdiendo su tiempo ayudando a alguien que ella no conocía. Lola estaba empezando a sentirse frustrada porque Anita había dejado de jugar con ella.

Después de ayudar al gusano, Anita se unió de nuevo a Lola, pero la mariquita aún estaba frustrada y comenzó a alejarse de la hormiga. Anita preguntó qué estaba mal y Lola explicó que no entendía por qué Anita estaba ayudando a alguien que no conocía en vez de seguir jugando.

Anita entendió que su amiga necesitaba una lección sobre empatía, por lo que decidió contarle una historia.

«Hace muchos años, yo estaba caminando por el bosque cuando decidí sentarme a descansar en una pequeña hoja en el suelo. De repente, un fuerte viento sopló y me arrastró lejos de mi casa. Me encontré solo y sin ayuda. Pero una mariquita como tú vino a mi rescate y me llevó a su casa. Me dio un hogar y comida, y fue mi amiga durante todo ese tiempo. Me hizo sentir menos sola y siempre me recordó que no importaba lo pequeño que fuera, siempre importaba.»

Lola sintió el calor en su corazón cuando Anita terminó la historia. Se dio cuenta de que la empatía y la ayuda mutua son tan importantes como la amistad. Decidió que en adelante intentaría ser más como Anita, y comenzó a ayudar a todos los demás animales del bosque sin siquiera dudar.

Un día, mientras caminaban juntas, encontraron a una pequeña araña con una pierna rota. Lola recordó la historia de Anita y decidió ayudar a la araña. Usando su capa, la llevó a su casa y le dio de comer mientras se recuperaba. La hormiga Anita también ayudó y juntas cuidaron de la araña hasta que estuvo completamente curada.

La araña, agradecida, le dijo a Lola y Anita que alguien había dejado caer una pequeña semilla en un campo cercano y les pidió que la plantaran allí. Las dos amigas, felices de ayudar, se dirigieron al campo y plantaron la semilla juntas. Con el tiempo, la semilla creció y se convirtió en un hermoso jardín lleno de flores y plantas.

Desde ese día, Lola y Anita fueron conocidas por su gran corazón y su voluntad de ayudar a los demás. Los demás animales del bosque siempre saben que pueden contar con ellas si necesitan ayuda. Lola aprendió que la empatía es clave para una buena amistad y para hacer el bien en el mundo.

Así que si alguna vez te sientes frustrado o necesita una lección sobre cómo ser un buen amigo, siempre puede recordar la historia de Lola y Anita, la mariquita y la hormiga. Trate de ser amable y empático con los demás animales del bosque, y no dude en ayudarles si necesitan ayuda. Al final, siempre se sentirá más feliz y realizado sabiendo que ha hecho el bien en el mundo.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La mariquita y la hormiga
¿Te ha gustado «La mariquita y la hormiga»?
¡Compártelo con tus amigos!
Facebook
Twitter
Pinterest
WhatsApp
Email
Imprimir