La leyenda del unicornio negro. Érase una vez, en un bosque encantado, un hermoso unicornio blanco llamado Arcoíris. Él era muy querido por los seres mágicos que habitaban allí y era conocido por su belleza y su bondad.
Sin embargo, un día, un malvado hechicero se acercó al bosque y, en un acto de perversidad, lanzó un hechizo sobre Arcoíris que lo convirtió en un unicornio negro. El buen corazón de Arcoíris permaneció intacto, pero todos los seres mágicos del bosque temían al unicornio negro, porque creían que era un portador de mala suerte.
El unicornio negro se sintió muy solo y triste. Nadie se acercaba a él y todos lo evitaban. Pero Arcoíris no perdió la esperanza y decidió buscar una manera de revertir el hechizo y recuperar su forma original.
En su búsqueda, conoció a una hada sabia y poderosa que le dio un gran consejo: debía encontrar un cristal mágico que contenía un gran poder curativo. El unicornio negro creyó en sus palabras y se adentró en el bosque en busca del cristal.
Pero la búsqueda no fue fácil, se encontró con muchos obstáculos en su camino, como árboles encantados que solo dejaban pasar a los seres mágicos que demostraban su valentía o una manada de lobos feroces que querían devorarlo. Sin embargo, el unicornio negro no se rindió y superó cada prueba con coraje y determinación.
Finalmente, después de muchos días de viaje, encontró el cristal mágico. Al tocarlo con sus cuernos, el unicornio negro sintió una energía curativa recorrer su cuerpo y su pelaje negro comenzó a brillar con un hermoso tono dorado. El hechizo había sido roto y Arcoíris recuperó su forma original.
Ahora, el unicornio blanco y brillante era recibido en el bosque con alegría y felicidad. Los seres mágicos se dieron cuenta de que en realidad el unicornio negro no era un portador de mala suerte, sino un ser bondadoso y valiente que había luchado por recuperar su verdadera forma.
Arcoíris se convirtió en el líder del bosque y seguía siendo amado por su belleza y bondad, demostrando que la verdadera belleza está en el interior y que el coraje y la perseverancia siempre traen recompensas. Desde entonces, la leyenda del unicornio negro se convirtió en una historia de esperanza y de lucha por lo que uno quiere.
Y así termina esta historia, una historia de fuerza, de valentía y de perseverancia para mantener nuestros sueños. Porque siempre hay esperanza, y nunca debemos dejar de creer, aunque parezca imposible. ¿Y tú? ¿Qué vas a perseguir hoy?