La leyenda del fantasma del pantano de las luciérnagas

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La leyenda del fantasma del pantano de las luciérnagas
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La leyenda del fantasma del pantano de las luciérnagas. Érase una vez, en un pequeño pueblo rodeado de densos pantanos, donde las luciérnagas habitaban en grandes cantidades, vivía un alcalde ambicioso y codicioso. Este hombre hizo todo lo posible por aumentar su fortuna, incluso si eso significaba dañar el medio ambiente y las criaturas que lo habitaban.

El alcalde decidió construir una imponente mansión en medio del pantano, sin importarle que estas tierras fueran hogar de muchas especies animales y vegetales. Sin embargo, no tardó en arrepentirse de su decisión, ya que durante la noche comenzaron a escucharse extraños ruidos e incluso se empezó a hablar de la aparición de un espectro en el pantano.

El alcalde no creía en estas historias, pero no pudo evitar sentir miedo ante los extraños sucesos que comenzaron a ocurrir en su casa. Por las noches, escuchaba lamentos y gritos que parecían provenir del pantano. Además, las lámparas de su mansión fallaban en cuanto se hacía la oscuridad y se escuchaban pasos y siluetas que parecían correr entre los árboles.

Un día, decidió contarle todos estos sucesos a un anciano sabio que vivía en las afueras del pueblo y que se dedicaba a curar a los animales heridos en el pantano. Le preguntó si había escuchado alguna historia sobre el fantasma del pantano.

El anciano sabio, conocedor de todas las leyendas y mitos del lugar, le contó sobre un espíritu que habitaba en las oscuras aguas del pantano, cuya misión era proteger y cuidar el hogar de las luciérnagas y castigar a quienes dañaran su territorio. Era un ser enigmático que solo se hacía visible en las noches más oscuras, cuando las luciérnagas brillaban con fuerza. Se rumoreaba que era un ente bondadoso, pero también era capaz de ser muy vengativo con aquellos que destruyeran su hogar.

El alcalde sintió miedo al escuchar esto, pero decidió seguir adelante con su plan y no creyó en los mitos del anciano sabio. Una noche, mientras trabajaba en su despacho, una gran oscuridad cayó sobre la casa, las luces parpadearon y de repente una gran cantidad de luciérnagas invadieron la mansión.

El alcalde, asombrado por este espectáculo, no pudo evitar sentir curiosidad por lo que estaba sucediendo. Con su lámpara en mano comenzó a explorar la casa, convencido de que realmente no había nada que temer.

Fue entonces cuando, en el centro de la mansión y en medio de la oscuridad, apareció una figura humana, que parecía haber surgido de la nada. El alcalde, asustado, intentó huir pero sus piernas no respondían.

El ser, rodeado de las luces de las luciérnagas, empezó a hablar:

– ¿Por qué has invadido mi hogar? – preguntó la figura.

– No quería dañar el pantano – balbuceó el alcalde – solo quería construir mi hogar aquí.

– Pero has venido a construir algo que no debería estar aquí -respondió el ser con firmeza-.

– Lo siento mucho, no sabía de lo que era capaz este lugar…- se disculpó el alcalde.

– Las luciérnagas son las que iluminan el pantano y ellas me han señalado que has construido una casa sobre su hogar. Pero no te preocupes, si prometes cuidar el pantano y proteger a sus habitantes, puedo dejar de ser un fantasma y volver a la paz que una vez habitó este pantano.

El alcalde, reconociendo su culpa, prometió hacer todo lo posible por cuidar el pantano y las criaturas que allí vivían. Desde ese día, el pantano volvió a recuperar su luz y su habitante más enigmático volvió a suceder en las sombras, pero esta vez en paz.

Y así, las luciérnagas volvieron a iluminar el pantano, convirtiéndose en el hogar de muchos animales y de aquellos pocos humanos que habían aprendido a respetar la naturaleza y sus seres consciente de la importancia de no destruir el mundo para satisfacer sus deseos ocultos de riquezas y shoy no hay nadie que no cuente historias del fantasma del pantano y la leyenda que con ellos siempre vivira para mantener a las nuevas generaciones alejadas de la codicia y la destrucción total. Y si te tomas una noche en el pantano, podrás ver a lo lejos un parpadeo enigmático semejando un camino luminoso que en el centro de la luz blanca puedes ver a una silueta moverse y sin duda serás bendecido de alguna forma sino tus maldades te perseguirán hasta el final de tus días.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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