La carrera de los unicornios

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La carrera de los unicornios
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La carrera de los unicornios. Érase una vez en un bosque mágico, donde vivían diferentes criaturas fantásticas, como elfos, hadas y unicornios, se celebraba una carrera muy especial. La carrera de los unicornios era una competición anual en la que los unicornios de todo el bosque participaban para ver cuál era el más veloz y habilidoso. Este año, el favorito para ganar era un unicornio joven y elegante llamado Resplandor.

Resplandor había entrenado duro durante todo el año y estaba seguro de que podía ganar la carrera. Había mejorado su velocidad y su habilidad para saltar sobre obstáculos, y había perfeccionado su técnica de respiración para poder mantenerse fuerte durante toda la carrera. Sus amigos unicornios lo animaban y estaban emocionados de verlo correr.

La carrera comenzó temprano en la mañana, y todos los unicornios se prepararon para la competencia. Las hadas repartieron las reglas de la carrera, y los elfos se aseguraron de que el camino estuviera despejado de obstáculos peligrosos. Los unicornios se alinearon en la línea de salida, listos para correr con todas sus fuerzas.

La señal se dio y Resplandor comenzó a correr con velocidad. Pronto se convirtió en el líder de la carrera, dejando atrás a los demás unicornios. Era un magnífico espectáculo verlo correr, sus hermosas crines y cola flotando en el aire mientras se movía con gracia. Los demás unicornios lo aclamaban y lo alentaban, pero Resplandor sabía que no podía relajarse hasta llegar a la línea de meta.

A mitad de carrera, Resplandor notó que un rival se estaba acercando rápidamente. Era un unicornio desconocido, con una elegancia y una gracia que rivalizaban con las de Resplandor. El unicornio desconocido comenzó a ganar terreno, y pronto estaba a la misma altura que Resplandor. Los dos unicornios siguieron corriendo, uno al lado del otro, ninguno de los dos quería ceder.

La tensión era palpable cuando los dos unicornios comenzaron a correr hacia una doblez cerrada. Resplandor se movió con cautela, avisado por la experiencia que su rival podría tener. Pero el unicornio desconocido parecía conocer el camino, y de repente aceleró con velocidad, superando a Resplandor y convirtiéndose en el nuevo líder de la carrera.

Resplandor no se rindió, y siguió corriendo, esperando ser capaz de recuperar el tiempo perdido. Pero el unicornio desconocido seguía adelante y pronto se convirtió en el ganador de la carrera. Resplandor llegó en segundo lugar y, aunque estaba desanimado, sabía que había dado lo mejor de sí.

Mientras que el unicornio desconocido celebraba su victoria en el podio, Resplandor se acercó para felicitarlo. El otro unicornio lo miró con una sonrisa, y Resplandor pudo ver rápidamente que era un unicornio muy amable y amistoso.

«¡Felicidades por tu victoria!», dijo Resplandor, sonriendo. «Eres un corredor increíble, nunca había visto una técnica de carrera tan impresionante como la tuya».

El unicornio sonrió de nuevo. «Gracias, soy Phoebus. Es un placer conocerte, Resplandor».

Los dos unicornios conversaron durante algún tiempo, y Resplandor descubrió que Phoebus había venido de un bosque muy lejano. Era un viajero que siempre se encontraba en búsqueda de nuevas carreras y experiencias emocionantes. La amabilidad y la modestia de Phoebus dejaron una impresión duradera en Resplandor, y él decidió que quería aprender más de este corredor excepcional.

Después de la carrera, Resplandor comenzó a entrenar aún más duro de lo que había hecho antes. Quería estar lo suficientemente fuerte como para ganar la carrera del próximo año, pero también quería poder correr codo a codo con Phoebus como un igual. Al cabo de varios meses, Resplandor se había vuelto más fuerte y rápido que nunca, y estaba ansioso por demostrar sus habilidades en la siguiente carrera.

Cuando llegó el día de la siguiente carrera, Resplandor estaba listo. Phoebus también estaba allí, y Resplandor se dio cuenta de que todavía era mucho más elegante y grácil que cualquiera de los otros unicornios. La multitud de los otros unicorns los animó, mientras ellos dos avanzaban hacia las líneas de salida.

Ellos empezaron, Resplandor se esforzó al máximo para quedarse a la par con Phoebus. La competencia era dura y reñida, y los dos unicornios avanzaron a lo largo del camino. Sin embargo, Resplandor comenzó a cansarse y, poco a poco, se fue retrasando. Phoebus lo superó y se convirtió una vez más, en el líder de la carrera.

Resplandor no se rindió, y siguió corriendo con todas sus fuerzas, incluso aunque sabía que no tenía posibilidad alguna de ganar. Finalmente, llegó una parte del recorrido dónde Resplandor estaba cerca de Phoebus. Él tomó una profundad respiración y decidió que era su última oportunidad. Con un último esfuerzo, corrió a toda velocidad. Para sorpresa de todos, y sobretodo la de Phoebus, pasó de largo y cruzó primero la línea de meta.

Phoebus se acercó a Resplandor y lo felicitó con una gran sonrisa en su rostro. «¡Eso fue increíble!», exclamó. «Te dije que eras un corredor excepcional».

Hasta entonces, Resplandor se dio cuenta de que, aunque no había ganado muchas carreras, había conocido nuevos amigos, había aprendido de su competencia y había encontrado una gran diversión y pasión por las carreras. Él decidió que seguiría entrenando y corriendo, pero no sólo para ganar, sino también para disfrutar de la emoción de la carrera, la amistad y la emoción que brinda competir.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La carrera de los unicornios
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