La bruja y el portal del espacio

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La bruja y el portal del espacio
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La bruja y el portal del espacio. Érase una vez una bruja llamada Morgana que vivía en un bosque mágico rodeada de criaturas fantásticas y plantas exóticas. Morgana era una bruja solitaria y muy poderosa, pero su mayor deseo era encontrar el portal del espacio, un lugar mágico donde todas las dimensiones se conectaban y donde se podía viajar a través del tiempo y el espacio.

Morgana buscó el portal del espacio durante muchos años, pero nunca lo encontró. Un día, mientras recogía hierbas para sus pociones, se encontró con un misterioso ser que vivía en el bosque. Era un hada llamada Luna, que al ver a la bruja se asustó y salió volando a gran velocidad.

Morgana, con su gran habilidad para la magia, atrapó al hada en un círculo de fuego y le preguntó quién era y qué hacía en su bosque.

Luna, temblando de miedo, le explicó que había sido expulsada del reino de las hadas por su curiosidad en el portal del espacio. Al escuchar esto, Morgana se emocionó y preguntó a Luna si sabía dónde estaba este misterioso portal.

Luna, riendo, le explicó que el portal del espacio estaba oculto en un templo antiguo que se encontraba en el centro de un laberinto legendaria. Sin embargo, advirtió que el camino era peligroso y que nadie había logrado encontrar el templo hasta ahora.

Morgana, sin temor a la aventura, decidió buscar el templo. Para lograrlo, debía encontrar primero la entrada del laberinto, que se encontraba en lo profundo de un bosque oscuro y peligroso.

Caminó durante horas hasta que llegó a un claro en medio del bosque, donde encontró una extraña criatura que parecía un jarrón gigante de barro. La criatura se llamaba Argus y guardaba la entrada al laberinto. Morgana intentó persuadir a Argus para que le permitiera entrar, pero este la desafió a una pelea.

Morgana accedió a la pelea y, usando su magia, logró vencer a Argus. Luego, le preguntó dónde estaba la entrada del laberinto. Argus, sorprendido por la astucia de la bruja, le reveló la ubicación de la entrada y ella continuó su viaje.

Finalmente, después de mucho tiempo de caminar por el laberinto, Morgana encontró el antiguo templo en ruinas. El templo estaba protegido por una serie de trampas y guardianes mágicos, pero la bruja logró superarlos con su astucia y habilidades mágicas.

Cuando llegó al altar en el centro del templo, encontró el portal del espacio, un objeto brillante y luminoso que parecía flotar en el aire. Morgana se acercó al portal y, sin temor, se adentró en él para explorar las dimensiones desconocidas.

Sin embargo, su exploración la llevó a un lugar peligroso y desconocido donde encontró a un ser oscuro y malvado llamado Zoro. Zoro era un poderoso hechicero que buscaba dominar el portal del espacio para sus propios fines malvados.

Morgana, con su gran habilidad para la magia, intentó luchar contra Zoro, pero este era demasiado poderoso. Fue entonces cuando se dio cuenta de que debía usar todo su poder y conocimiento para sellar el portal del espacio, evitando que caiga en las manos equivocadas.

Usando un hechizo secreto que había aprendido de una vieja anciana, Morgana logró sellar el portal del espacio para siempre. Zoro, sorprendido por la astucia de la bruja, se retiró en la oscuridad de la dimensión desconocida y nunca fue visto de nuevo.

Morgana regresó a su bosque mágico, sabiendo que había logrado salvar el universo con su valentía y magia. A partir de ese momento, se dedicó a enseñar a otros jóvenes hechiceros las lecciones y habilidades que había aprendido en su aventura.

Y así, Morgana vivió feliz para siempre, compartiendo su sabiduría y habilidades mágicas con los que la necesitaban y recordando con gratitud su aventura en busca del portal del espacio.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La bruja y el portal del espacio
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