La bruja y el jardín de las emociones

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La bruja y el jardín de las emociones
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La bruja y el jardín de las emociones. Érase una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas, vivía una bruja solitaria llamada Deirdre. Vivía en una pequeña cabaña en el bosque, en el borde de un jardín encantado, conocido como el jardín de las emociones. Nadie se atrevía a acercarse a la cabaña o al jardín, ya que todos creían que estaba embrujado. Pero un día, un joven llamado Tomás llegó al pueblo y decidió explorar el bosque.

Tomás era un joven curioso que siempre había tenido una gran pasión por la naturaleza. No sabía qué esperar mientras se adentraba en el bosque, pero de repente, encontró la pequeña cabaña donde vivía Deirdre. Creyendo que estaba deshabitada, entró para echar un vistazo, pero se sorprendió al encontrar a la bruja solitaria sentada en su silla junto al fuego.

Deirdre se levantó rápidamente y lo miró furiosa. Había estado sola durante tanto tiempo que su primer instinto fue atacar al intruso. Pero Tomás no mostró miedo. En lugar de eso, comenzó a hablar con Deirdre, contándole acerca de su amor por la naturaleza y su deseo de explorar el bosque.

Deirdre se sorprendió por la amabilidad del joven y decidió mostrarle el jardín de las emociones. Era un lugar mágico donde cada flor reflejaba una emoción diferente. Había margaritas amarillas para la alegría, claveles rojos para el amor y lilas para la paz. Cada flor estaba rodeada de un aura brillante que reflejaba la emoción que representaba.

Tomás quedó asombrado por la magia del jardín y preguntó cómo fue creado. Deirdre explicó que había pasado años recopilando semillas de plantas de todo el mundo y, a través de magia, había creado el jardín de las emociones. También le dijo que ella era la única capaz de mantener las emociones y la magia del jardín.

Tomás se dio cuenta de que Deirdre estaba sola en el bosque y le preguntó si le gustaría que lo visitara a menudo. Al principio, Deirdre se resistió, pero finalmente cedió. Había pasado tanto tiempo sola que anhelaba la compañía de alguien más. Así que comenzaron a pasar tiempo juntos, explorando el bosque y hablando sobre la naturaleza y la magia.

Poco después de que se conocieran, algo extraño comenzó a suceder en el jardín de las emociones. Algunas de las flores comenzaron a marchitarse y el aura brillante que rodeaba a cada flor comenzó a desvanecerse. Deirdre se dio cuenta de que algo estaba robando la magia del jardín y sabía que tenía que hacer algo al respecto.

Junto con Tomás, comenzó a investigar el bosque para encontrar la fuente del problema. Después de una búsqueda exhaustiva, encontraron una cueva oscura que parecía ser la fuente de la alteración del jardín. Dentro de la cueva, descubrieron un tenebroso duende que estaba robando la magia de las flores y comiendo sus pétalos para obtener magia más poderosa.

En lugar de atacar al duende, Deirdre decidió hablar con él y averiguar por qué estaba haciendo esto. El duende, llamado Tricky, explicó que estaba tratando de aumentar su poder para ser el más poderoso entre los de su especie y que era incapaz de sentir ninguna emoción. Deirdre le dijo que el jardín de las emociones era un lugar mágico que permitía a las personas sentir emociones genuinas.

Tras escucharla, Tricky se dio cuenta de que había estado haciendo algo mal y decidió ayudar a Deirdre y Tomás. Ayudaron a reparar las flores marchitas y regresaron a Deirdre en el jardín de las emociones. La magia volvió a fluir y los tres se sentaron en paz.

Deirdre entendió que no debía juzgar a alguien solo por su apariencia y que todos merecían una oportunidad de cambiar. Tomás aprendió que no había que temer a lo desconocido y que siempre había magia por descubrir en el bosque. Y Tricky finalmente aprendió la importancia de las emociones y la amistad.

A partir de ese día, Deirdre no estaba sola en su cabaña. Su amistad con Tomás y Tricky le trajo felicidad y una sensación de paz. El jardín de las emociones se mantuvo vivo y creció en tamaño y magia. La gente comenzó a visitarlo y disfrutar de la sensación de emoción y paz que ofrecía.

La historia de Deirdre, Tomás y Tricky se convirtió en una leyenda en el pequeño pueblo y se recordó como un ejemplo de la importancia de la amistad, la empatía y la tolerancia. Con la ayuda de la magia y la naturaleza, se demostró que cualquier cosa era posible.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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