La abuela y el abuelo. Érase una vez una abuela y un abuelo que vivían en una pequeña casita en medio del bosque. Ambos eran muy queridos por sus nietos, quienes los visitaban constantemente para escuchar sus historias y recibir de ellos un gran amor.
Un día, la abuela enfermó y tuvo que quedarse en cama. El abuelo se preocupó mucho por su esposa y decidió que lo mejor era llevarla al hospital. Los nietos, quienes no estaban acostumbrados a ver a su abuela enferma, se alarmaron y se preguntaron qué podían hacer para ayudar.
Así que, con mucho amor en sus corazones, los nietos decidieron hacer algo especial para su querida abuela. Se juntaron y comenzaron a preparar unos deliciosos postres para llevarle al hospital. Entre unas galletas de avena y una gran torta de chocolate, los nietos hicieron una fiesta en la cocina, completamente emocionados por la sorpresa que estaban a punto de darle a su abuela.
Cuando llegaron al hospital, la abuela se sorprendió al ver a sus nietos con tantos postres, y aún más emocionada cuando descubrió que ellos habían colaborado juntos para hacerlos. La abuela, con una sonrisa en su rostro, agradeció el gesto y se dio cuenta de cuánto cariño y amor había entre sus nietos.
El abuelo, por su parte, también estaba muy agradecido por la ayuda de sus nietos. Sabía que no podía hacer todo solo y que se necesitaba de la colaboración de otros para salir adelante en momentos difíciles.
Pero ese no fue el único momento donde la empatía se hizo presente en la vida de la familia. En otra ocasión, uno de los nietos tuvo un accidente que lo llevó al hospital. Él estaba muy asustado y temía por su salud. Los demás nietos, al enterarse, quisieron ir a visitarlo, pero no sabían muy bien cómo tratarlo.
Fue entonces cuando la abuela, viendo la preocupación de sus nietos, decidió enseñarles una valiosa lección sobre la empatía. Ella les explicó que la empatía era la capacidad de ponerse en el lugar de otra persona, de entender y compartir sus sentimientos, y que era una de las cosas más importantes que podían aprender en la vida.
Los nietos escucharon atentamente y decidieron hacer todo lo posible para ayudar a su primo. Entre visitas al hospital, regalos y mucho amor, los nietos lograron hacer que su primo se sintiera mejor y más seguro.
Con el tiempo, los nietos aprendieron a poner en práctica la empatía en su día a día. Aprendieron a escuchar y entender las necesidades de los demás, a ser compasivos y amables, y a ayudar cuando alguien lo necesitaba.
Y volviendo al abuelo y la abuela, con el tiempo la abuela se recuperó de su enfermedad gracias al amor y la ayuda de toda su familia. El abuelo, por su parte, aprendió que nunca estaba solo en momentos difíciles y que su familia estaba ahí para apoyarlo siempre.
Así, la empatía se convirtió en una parte fundamental de la vida de la familia, quienes aprendieron que el amor y la ayuda siempre estaban presentes cuando se ponían en práctica valores como la compasión y la empatía.
