El unicornio y la rana enamorada. Érase una vez un hermoso campo de flores donde vivía un unicornio de pelaje blanco y reluciente. El animal, reconocido por su gracia y encantamiento, se había ganado el amor y el afecto de los animales del bosque, sus entusiastas admiradores. Sin embargo, el unicornio era solitario y nunca había encontrado el amor. Él anhelaba tener un compañero al que adorar, alguien que pudiera ser su confidente y amor. Pero nadie más, a excepción de otro unicornio, podría comprender su naturaleza única.
Desde hace mucho tiempo, había llegado en el río cerca del bosque una pequeña rana, incapaz de saltar más alto que su propio cuerpo, que tenía una glándula de veneno, y vivía pacíficamente dentro del agua. Era una rana tranquila que disfrutaba de su solitaria existencia en el hermoso y cristalino río. Pero un día, alcanzo los ojos del unicornio, un rapto de amor se desató en lo profundo del corazón de éste, un amor que nunca antes había experimentado.
El unicornio se miraba a sí mismo en el agua para observar cómo se reflejaba el sol en sus cuernos, justo en el momento en que diviso a la pequeña rana en el río. De repente, el unicornio vio por primera vez el brillo de la rana bajo el agua, una tenue luz que chispeaba en sus ojos, y supo que se enamoró perdidamente en ese justo instante. Él intentó sacudir el pensamiento de su cabeza, creyendo que era una locura que un animal tan hermoso y fuerte se enamorase de un rechoncho sapo. Pero nada hacía desaparecer su cariño y todo el tiempo pensaba en la rana incesantemente.
Un día, el unicornio tomó una decisión y decidió hablarle a la rana de su amor por ella. Así es como llegó navegando por el río, ella le veía de lejos mientras el unicornio se sumergía en el agua para llegar hacia ella. El sapo no llevaba bien las buenas esperanzas y creía que el unicornio bromeaba, y que no estaba interesado en ella en realidad. Pero el unicornio estaba enamorado de verdad y demostró su amor al cantar una serenata para ella justo en la orilla del río.
Al principio, la rana se sorprendió bastante por la canción, pero finalmente percibió el amor verdadero en ello. Comenzaron a hablar, y pasaron horas y horas juntos, hablando y riendo juntos. Cada vez que se encontraban, se divertían, se apreciaban, se ayudaban y se respetaban. Sin embargo, a pesar de todas estas expresiones amorosas, la rana estaba preocupada de que la sociedad no les permitiera ser felices juntos y que los problemas de la vida aparecerían entre ellos tarde o temprano. El amor estaba demás y ella se sentía más triste cuando estaba sola y pensaba en la posible soledad y el dolor. Así que, a pesar de todo el cariño que sentía por el unicornio, decidió que lo mejor para ambos era separarse.
Los días pasaron y el unicornio había decidido que la tristeza era el mayor de sus enemigos y que no podía vivir sin la rana. Con valentía, comenzó a buscarla y no paró hasta que la encontró. Mostrando su amor y dedicación, el unicornio le dijo a la rana que no podía vivir sin ella, y le prometió que no pararía hasta que todos los demás animales del bosque aceptaran y respaldaran su maravilloso amor mutuo. La rana, sorprendida, aceptó y estar junta.
Con el amor en el corazón y un vínculo cada vez más estrecho, los dos disfrutaron de cada minuto compartido juntos. El unicornio se unió con valentía a la comunidad y les demostró que la rana no era una simple compañera, sino una igual en el amor, la amistad y la bondad. Gradualmente, la gente se dio cuenta de que no había nada de malo en el amor entre dos seres completamente diferentes, sino que solo había amor verdadero y eso, en sí mismo, era una bendición.
El unicornio y la rana enamorados no solo habían demostrado el amor verdadero, sino que habían abierto la mente y el corazón de toda la comunidad del bosque. Poco a poco, las barreras que antes existían se desvanecieron, creando un lugar más amoroso y armonioso para todos los animales en la región boscosa.
El unicornio no había perdido la esperanza, había mostrado su cariño y había demostrado la perseverancia para conseguir el amor. La rana no había perdido su fuerza para separarse, pero había demostrado su valentía para decidir con el corazón y no con la cabeza. Y juntos, el unicornio y la rana enamorados, habían logrado hacer que el mundo fuera un lugar mejor para todos.
El amor verdadero puede llegar de maneras poco convencionales, y solo aquellos que lo entienden realmente pueden apreciarlo en toda su grandeza. El unicornio y la rana enamorada habían construido algo que nunca habían imaginado y que no habían pensado posible en sus soñames. El amor puede superar las barreras más grandes e imposibles, y solo aquellos que realmente creen pueden encontrar el amor verdadero en cualquier lugar y a cualquier hora.


