El unicornio y el mapache curioso

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El unicornio y el mapache curioso
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El unicornio y el mapache curioso. Érase una vez en una pequeña villa vivía un unicornio llamado Luna. Era un ser mágico y solitario que residía en un bosque encantado. Nadie lo había visto en muchos años y algunos creían que era una leyenda. Pero en realidad, Luna estaba siempre allí, agradeciendo la tranquilidad que le brindaba su hogar. Un día, paseando por el bosque, Luna se topó con un mapache extrañamente curioso y sin miedo.

El mapache había oído hablar del unicornio, pero nunca había tenido el placer de conocerlo hasta ahora. Se acercó saltando hasta el unicornio con una sonrisa en su rostro. Luna estaba sorprendido, nadie se había acercado a él en años. Pero el mapache no parecía intimidado por el hermoso ser de cuerno plateado y todavía se aproximó.

«Me llamo Rocky. He oído hablar de ti durante años y siempre he querido conocerte», dijo Rocky.

Luna permaneció en silencio, todavía un poco sorprendido por la aparición del mapache. Finalmente, habló con una voz suave pero profunda.

«Mi nombre es Luna. He vivido en este bosque por mucho tiempo. Pero he sido solitario», respondió Luna.

Rocky se acercó al unicornio y el par comenzó a hablar. Hablaban de todo, desde sus vidas hasta sus pasatiempos y gustos de comida. Luna gradualmente comenzó a sentirse muy cómodo y confiado en torno a Rocky. Fue agradable tener a alguien con quien hablar y compartir su tiempo.

Después de horas de conversaciones y risas, Luna se dio cuenta de lo mucho que había disfrutado de la compañía del mapache. Estaba feliz de haberlo conocido y esperaba verlo pronto. Pero lo que el unicornio no sabía era que Rocky estaba intrigado con el bosque encantado y, más específicamente, con el misterio que rodeaba a Luna.

Así que, a la mañana siguiente, Rocky se levantó temprano y decidió explorar el bosque por su cuenta. Quería conocer todos los secretos que Luna mantenía ocultos. Mientras caminaba, encontró un sendero que lo llevó más adentro del bosque y hacia una cueva que parecía ser el hogar del unicornio. Rocky sabía que Luna no estaría muy contento si descubría que alguien había estado merodeando por su propiedad. Pero la curiosidad era más fuerte y Rocky decidió arriesgarse.

Cuando entró en la cueva, se sorprendió al encontrar una gran cantidad de estrellas a su alrededor. Todo el techo estaba salpicado con pequeñas joyas brillantes. Rocky sabía que el bosque era mágico, pero esto era algo completamente inesperado. Cuando se acercó a la pared, descubrió un gran mapa rodeado de misteriosos símbolos y runas.

Rocky se emocionó, desesperado por saber lo que significaba el mapa. Al observarlo más de cerca, se dio cuenta de que había un símbolo de un tesoro en una parte del mapa. Pensó que tal vez había encontrado el mapa del tesoro. Si pudiera descubrir el significado de los símbolos, podría encontrar el tesoro perdido.

Mientras tanto, Luna se estaba paseando por el bosque, disfrutando del silencio y la tranquilidad. En ese momento, se sintió inquieto, como si alguien lo estuviese observando. Entonces, su nariz captó el olor familiar de Rocky. Luna sabía que algo andaba mal y corrió hacia su cueva.

Cuando llegó a su cueva, se sorprendió al ver a Rocky examinando el mapa. Luna se enfureció y se dio cuenta de que el mapa revelaba todos sus secretos más preciados. Mientras tanto, Rocky seguía fascinado por el mapa y no se dio cuenta de la presencia del enojado unicornio.

Cuando finalmente lo vio, Luna se enfureció y comenzó a cargarse hacia el mapache, su única intención era atacarlo. Pero Rocky estaba demasiado concentrado en el mapa como para darse cuenta de la furia del unicornio y lo ignoró. Luna detuvo su carga cuando llegó al costado del mapache, a partir de allí con su voz mas suave pero a su vez firme dijo:

«Rocky, por favor, por qué me has traicionado? He confiado en ti y prometí nunca herirte. Pero ahora, me has traicionado y has visto mis secretos más preciados».

Rocky levantó la cabeza al escuchar al unicornio y se dio cuenta de todo. Entonces, se dio cuenta de lo mucho que había lastimado a su amigo. Se disculpó y prometió no volver a repetir sus acciones. Luna finalmente aceptó las disculpas del mapache, sabía que su amigo estaba arrepentido.

Así, Luna y Rocky se sentaron juntos, observando el mapa. Luna estuvo dispuesto a explicar todos los secretos que había detrás de los símbolos y runas. Los dos amigos se convirtieron en compañeros inseparables, y Rocky aprendió a no invadir los espacios personales de Luna. Después de ese día, Luna y Rocky pasaron años explorando y descubriendo juntos nuevos secretos del bosque. Juntos, eran invencibles.

Desde esa vez, el unicornio y el mapache curioso se volvieron amigos inseparables. Aprendieron a respetar los límites y el espacio personal de los demás, pero siempre se mantuvieron juntos. Juntos, aprendieron el valor de la amistad y la importancia de nunca traicionarse mutuamente. Y aunque Luna todavía prefería la tranquilidad de su hogar, sabía que no estaba solo, nunca más.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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