El tesoro del fantasma del castillo de las mariposas. Érase una vez un castillo ubicado en lo alto de una colina, rodeado por un hermoso jardín de mariposas. En este castillo, todo parecía normal durante el día, pero desafortunadamente, durante la noche, algo extraño sucedía.
La gente del pueblo aseguraba haber visto luces brillantes, ruidos extraños e incluso la presencia de un fantasma, todo esto proveniente del castillo. Ninguno de los valientes habitantes se atrevía a entrar en el lugar, por eso el misterio del castillo sin nombre había permanecido sin resolver durante tanto tiempo.
Al ver tantos misterios y curiosidades que rodeaban al castillo, un grupo de jóvenes amigos decidió explorar el lugar en busca del tesoro que se escondía dentro. A pesar de que sus padres les habían advertido lo peligroso que era ir al castillo, no pudieron resistir la tentación de descubrir lo que se escondía en su interior.
Así comenzó una emocionante aventura, donde los cuatro amigos, Martín, Pablo, Ana y Sofía, fueron en busca del tesoro del misterioso fantasma del castillo de las mariposas.
Al principio, parecía que el castillo era una fortaleza inaccesible, pero los jóvenes se las arreglaron para saltar una gran cantidad de rocas y superar muros altos. Cuando por fin llegaron a la entrada del castillo, se encontraron con una puerta de doble hoja de madera que tenía una cerradura muy complicada de abrir.
Pablo, uno de los amigos, quien conocía todo acerca de las cerraduras, se dispuso a buscar la forma de abrirla. Después de muchos intentos fallidos, finalmente pudo introducir la llave y destrabarla. Por fin lograron entrar.
Al entrar al castillo, lo primero que sintieron fue un poco de miedo, pero luego se armaron de valor y continuaron su camino. Descubrieron que gran parte del castillo estaba en ruinas y no había señales del tesoro o del fantasma. Pero cuando estaban a punto de abandonar la misión, una puerta secreta se abrió de repente y les mostró lo que parecía ser la habitación del famoso fantasma del castillo.
En la habitación, encontraron una nota que decía: «Si han llegado hasta aquí, es porque realmente merecen el tesoro. Pero tengan cuidado porque para obtenerlo tendrán que pasar una serie de pruebas. Sigan las pistas para encontrar cada uno de los tres fragmentos del mapa que les llevará al tesoro».
Los cuatro amigos, emocionados ante el hallazgo de la nota, comenzaron a buscar las pistas que los llevarían al primer fragmento del mapa. Después de mucho perseguir, finalmente encontraron una nota que decía:
«Para el primer desafío, sigan las mariposas que les llevarán a un arco iris de colores. Allí, deberán encontrar una piedra que oculta la pista del primer fragmento del mapa».
Así, los jóvenes emprendieron su búsqueda, guiándose por las mariposas. Al llegar a la base del impresionante arco iris, se dieron cuenta de que no sería fácil encontrar la piedra. Pero pronto vieron que el arco iris estaba formado por brillantes piedras preciosas, y luego de revisar una a una, encontraron la piedra oculta que contenía la primera pista.
Con la primera pista en mano, los jóvenes amigos corrieron de regreso al castillo para resolver el acertijo del segundo fragmento del mapa. Encontraron otra nota que decía:
«Para el segundo desafío, deberán encontrar el reloj de sol que se encuentra detrás del jardín de mariposas. Allí, deberán marcar las tres horas para las que la llave se encuentra escondida. La llave permite acceder al segundo fragmento del mapa».
Después de correr por los pasillos del castillo, los jóvenes amigos por fin encontraron el jardín de mariposas y localizaron el reloj de sol. Con gran habilidad, lograron ajustarlo a las tres horas que se indicaban en la nota. Finalmente, encontraron la llave escondida detrás del pedestal del reloj de sol, con la que pudieron desbloquear el segundo fragmento del mapa.
Con solo un fragmento del mapa por encontrar, volvieron a leer la nota que decía:
«Para el tercer desafío, deberán encontrar la estatua de la diosa de la fortuna que está ubicada en la parte superior de la colina. Allí, deberán encontrar la llave para abrir la caja en la que se encuentra el último fragmento del mapa».
Los cuatro amigos corrieron hacia la colina del castillo, donde estaba la estatua de la diosa de la fortuna. Buscaron en todas partes y finalmente encontraron la estatua en lo alto de la colina, donde debían subir.
Después de muchos intentos, lograron escalar la colina y encontrar la estatua. Al inspeccionarla más de cerca, encontraron una llave escondida detrás de uno de los brazos de la diosa. Con gran emoción, usaron la llave para abrir la caja que contenía el último fragmento del mapa.
El tesoro había sido encontrado y los jóvenes amigos se sentían orgullosos de sus logros. Al abrir el cofre, encontraron una nota que decía: «Felicitaciones, han pasado todas las pruebas y han demostrado ser valientes y persistentes. El tesoro que se encuentra dentro de la caja es todo de ustedes para disfrutarlo».
Era un fabuloso tesoro lleno de monedas de oro, joyas preciosas y artículos raros. Los cuatro amigos lo dividieron entre ellos, prometiendo siempre ser amigos, pero nunca olvidar su aventura en el castillo de las mariposas. A partir de ese momento, el castillo y su tesoro se convirtieron en leyenda en el pueblo.