El tesoro del fantasma de la isla

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El tesoro del fantasma de la isla
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El tesoro del fantasma de la isla. Érase una vez, en una isla muy lejana, un grupo de niños que soñaban con encontrar un tesoro legendario que se decía estaba oculto en la isla. Había una historia que corría de boca en boca sobre un fantasma que custodiaba el tesoro en la isla y nadie había logrado encontrarlo nunca.

Un día, un grupo de cinco niños decidieron aventurarse en busca del tesoro del fantasma de la isla. Ellos eran Juan, Marta, Ana, Tomás y Carla. Prepararon todo lo necesario para la expedición: comida, agua, linternas y una brújula. Saliendo del pueblo, caminaron hacia la costa de la isla hasta que encontraron un viejo bote abandonado. Los chicos pensaron que podía ser una buena idea utilizarlo para llegar a la isla donde se encontraba el tesoro.

La travesía no fue nada fácil. La isla estaba rodeada por un mar embravecido y el bote fue sacudido varias veces por las olas gigantes. Sin embargo, los chicos no perdieron la esperanza y continuaron navegando hasta que lograron desembarcar. Pronto encontraron un sendero que se adentraba en la selva de la isla.

Después de caminar un tiempo, los chicos encontraron una cueva profunda. Juan, el más valiente del grupo, encendió su linterna y se adentró en la cueva. El resto del grupo lo siguió, pero cuando llegaron al final, se encontraron con una gran puerta de piedra cerrada.

Ana, la más inteligente del grupo, recordó una leyenda que decía que para abrir la puerta se necesitaba un paso de baile perfecto. Los chicos no lo pensaron dos veces y pusieron sus mejores habilidades en marcha bailando una canción popular de su isla.

Al finalizar la canción, la puerta se abrió lentamente y los chicos se encontraron con una gran sala iluminada por la luz de las antorchas. En el centro de la sala, había una gran mesa de madera con un mapa arrugado del tesoro del fantasma de la isla.

Después de analizar el mapa, los chicos se dieron cuenta de que el tesoro se encontraba en el volcán de la isla. Comenzaron a caminar por la selva y después de varias horas de caminata, llegaron a la cima del volcán. Allí encontraron una gran roca que ocultaba la entrada a la cueva del tesoro.

Después de abrirla, los chicos entraron y se encontraron con una gran cantidad de oro, plata y piedras preciosas. Estaban tan emocionados que empezaron a saltar alrededor del tesoro, pero de repente, sintieron un frío en su espalda. Se volvieron y vieron al fantasma de la isla, custodiando el tesoro.

Los chicos estaban asustados, pero se acercaron con valentía al fantasma. Él les preguntó qué estaban haciendo en la cueva y los chicos le contaron su historia y cómo habían sido guiados allí por el mapa.

El fantasma se sorprendió al escuchar su historia y su valentía al enfrentarse a él. A cambio de su valentía y coraje, el fantasma decidió permitirles quedarse con el tesoro y les dejó salir de la cueva con seguridad.

Los chicos regresaron a casa con el tesoro del fantasma de la isla. Todos en el pueblo estaban emocionados de ver el oro y las piedras preciosas que habían encontrado. Los chicos eran ahora los héroes del pueblo y todos querían escuchar su historia de aventura y valor.

Al final, los chicos decidieron dividir su tesoro en partes iguales y usarlo para ayudar a las personas más necesitadas en su comunidad. Desde entonces, se convirtieron en amigos inseparables y siempre recordaban con cariño su aventura en la isla del tesoro del fantasma.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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