El terror en el parque de atracciones de Halloween

Tiempo de lectura: 5 minutos

El terror en el parque de atracciones de Halloween
¿PREFIERES UN AUDIOCUENTO?

Si prefieres, puedes escuchar el cuento mientras haces otras tareas

El terror en el parque de atracciones de Halloween. Érase una vez en un parque de atracciones, que estaba preparándose para la noche más espeluznante del año: Halloween. Durante todo el año, el parque se dedicaba a crear una experiencia aterradora para todos los visitantes que buscaban emociones fuertes en sus atracciones. Pero cuando llegaba el 31 de octubre, el lugar se transformaba completamente para convertirse en un auténtico terror.

Este año iba a ser diferente, ya que los niños y niñas del pueblo habían escuchado rumores sobre su parque favorito. Al parecer, en la noche de Halloween los monstruos, los fantasmas y los vampiros salían de sus escondites para asustar a todo aquel que se atreviera a entrar en el parque. Aunque algunos adolescentes se reían de estas historias, los niños y niñas del pueblo estaban realmente asustados.

Una de esas niñas era Laura, una niña de siete años que adoraba el parque de atracciones en cualquier momento del año. Pero desde que había oído hablar de los monstruos que merodeaban por allí en Halloween, tenía miedo de entrar. Sus padres intentaron convencerla de que todo era mentira, pero Laura no estaba segura.

El día de Halloween finalmente llegó, y Laura seguía indecisa. Quería ir al parque de atracciones tanto como siempre, pero su miedo seguía siendo demasiado grande. Cuando llegó la noche, sus padres decidieron que iban a llevar a Laura al parque para que pudiera ver con sus propios ojos que todo estaba bien. Con un poco de miedo aún en el cuerpo, la pequeña dejó que se la llevaran.

Cuando llegaron al parque, Laura se sorprendió por el gran número de personas que allí se encontraban. Había personas de todas las edades, algunas disfrazadas y otras no, pero todas con ganas de vivir una experiencia única en el terror del parque. Laura seguía sin estar muy segura, pero se estaba convenciendo de que no había nada de qué preocuparse.

Sin embargo, todo cambió cuando llegaron a la entrada del parque y alguien les dio un folleto del terror que había esa noche. A Laura le temblaron las piernas al ver las imágenes que aparecían en el folleto: vampiros, zombies y monstruos que daban miedo de verdad.

Sus padres trataron de animarla, asegurándole que no era más que una forma de divertirse. Pero Laura seguía con miedo. Mientras caminaban por el parque, Laura notaba que sus emociones crecían. Escuchaba gritos y risas de otros visitantes, lo que la hacía asustarse aún más.

De repente, algo se movió detrás de ella. Laura dio un pequeño grito y su papá se dio cuenta inmediatamente. «¿Estás bien?», preguntó él. Laura, un poco avergonzada, asintió con la cabeza.

Mientras se acercaban a una atracción, una figura siniestra se acercó a ellos. Era un vampiro que les preguntó algo enérgicamente.

Laura intentó no mirar directamente a la criatura aterradora. Pero cuando se acercó más, pudo ver que era solo un joven disfrazado. Es más, cuando se quitó la máscara mostró su cara, riéndose de la reacción de Laura.

«Puedes quitarte tu disfraz, eres un tío normal», dijo Laura, aliviada.

El joven sonrió y dijo: «Así que la niña no tiene miedo después de todo, ¿eh?»

Laura se sintió un poco más valiente después del encuentro, y empezó a disfrutar del ambiente festivo del parque. Las luces centelleaban en las atracciones, y la música era divertida. Junto a sus padres, Laura cogió la mano de sus padres y comenzó a caminar.

Sin embargo, la tranquilidad no duró mucho. Un grupo de zombies comenzó a perseguirlos, saltando de entre las sombras. Laura se separó de su padre y se refugió detrás de una mesa, temblando de miedo.

Pero entonces, alguien tomó su mano. Era el joven del disfraz del vampiro, que había visto que Laura estaba sola e indefensa.

«Tranquila. Solo somos gente normal disfrazada. No hay nada que temer», responde el joven mientras sonríe tranquilizadoramente.

Laura asintió con la cabeza y se tomó un momento para respirar profundamente. Luego, tomó la mano del joven, y juntos salieron de detrás de la mesa para volver con su padre.

Mostrándole muchos de los parques ornamentales que la rodean, el chico le hablaba tranquilamente y le daba a Laura la sensación de seguridad que ella tanto necesitaba. Gracias a él, Laura finalmente comprendió que todo esto era simplemente una forma divertida de celebrar Halloween.

Laura pasó el resto de la noche con el joven disfrazado, disfrutando de todas las atracciones y mostrándole todo lo que ella misma ya conocía del parque. Él le explicó cómo se habían preparado todos los disfraces y decoraciones para el festival, y cómo habían trabajado para asegurarse de que todo fuera seguro para los visitantes.

Finalmente, cuando llegó el momento de irse, Laura se abrazó al joven y le dio las gracias.

«¡Gracias por haberme hecho sentir tan segura! Me ha encantado Halloween», le dijo, sonriendo.

El joven sonrió de vuelta, feliz de haber ayudado. «Me alegro de que todo haya sido divertido, Laura», respondió.

Antes de alejarse, Laura miró hacia atrás y se dio cuenta de que sí, ella había superado el miedo esa noche. Pero no solo había superado el miedo, sino que también había hecho un nuevo amigo.

Desde entonces, cada vez que visitaba el parque de atracciones, Laura buscaba siempre al joven disfrazado y juntos disfrutaban de las atracciones. Y Laura ya no era más la niña asustada que había sido en Halloween. Ahora, tenía el coraje y la confianza necesarias para enfrentarse a cualquier cosa que pudiera asustarla.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El terror en el parque de atracciones de Halloween
¿Te ha gustado «El terror en el parque de atracciones de Halloween»?
¡Compártelo con tus amigos!
Facebook
Twitter
Pinterest
WhatsApp
Email
Imprimir