El sueño del unicornio. Érase una vez un hermoso unicornio de pelaje blanco como la nieve y cuerno dorado y brillante como el sol, que vivía en un bosque mágico lleno de seres extraordinarios y encantamientos. Este unicornio se llamaba Aquiles y era el rey de todos los unicornios. Era conocido por su fortaleza, coraje y un corazón puro.
Aquiles siempre tuvo un deseo en su corazón, un deseo de aventura y ver más allá del bosque y el mundo de los unicornios. Un día, mientras vagaba por el bosque, se encontró con una mariposa mágica que parecía tener un mensaje para él. La mariposa, cuyas alas eran de un color violeta brillante, volaba alrededor de Aquiles y terminó posándose en su nariz.
La mariposa le dijo a Aquiles que había un lugar lejano donde los unicornios podrían encontrar una tierra llena de maravillas y sueños. Solo debía seguir la estrella más brillante en el cielo nocturno y seguirá caminando hacia ella. Sin pensárselo dos veces, Aquiles decidió seguir la estrella y así comenzó su aventura.
Mientras caminaba, Aquiles se encontró con otros animales que le ayudaron en su viaje. Primero fue un pequeño conejito, luego una familia de ardillas que lo llevó por el camino correcto y finalmente se encontró con un águila majestuosa que le guió hacia el lugar de su destino.
Finalmente, Aquiles llegó a la tierra de las maravillas que era una pradera dorada con ríos y cascadas que brillaban como diamantes. La gente que allí habitaba era muy amable y le dijeron que le tenían preparada una sorpresa especial. Aquiles siguió a la multitud y se encontró rodeado de hadas en un gran salón donde se llevaba a cabo una celebración en su honor.
Las hadas le dijeron que estaban encantadas de tenerlo allí, pues era un unicornio especial por su coraje, fuerza y bondad. Querían que comparta cosas de su mundo, como la magia y las aventuras que había vivido en su reino. Aquiles se sintió honrado y encantado de poder enseñarles sus habilidades.
Aquiles comenzó a narrar sus historias, mientras los hadas se deleitaban con cada una. Las historias duraron hasta el amanecer y cuando llegó el momento de partir, Aquiles se despidió de todos los habitantes de la pradera y agradeció a la mariposa mágica, que apareció de repente, por guiarlo hacia este nuevo mundo de sueños.
De regreso en su reino, Aquiles se reunió con sus amigos y compartió sus historias con ellos. La experiencia había dejado una impresión duradera en su corazón y su espíritu estaba lleno de vida nueva. En ese momento, decidió que quería visitar más lugares que nunca y explorar el mundo mágico aún más a fondo.
Así que, un día, Aquiles reunió a sus amigos y juntos salieron en busca de aventuras. Esto los llevó a través del bosque mágico, los desiertos rocosos y los ríos brumosos. Hicieron todo lo posible por explorar cada espacio en busca de nuevas emociones. Sin embargo, la aventura más emocionante fue cuando se encontraron con un troll gigante que estaba causando problemas en un pueblo cercano.
El troll estaba causando mucho miedo y caos en el pueblo, y fue entonces cuando Aquiles decidió intervenir. Con su fuerza y coraje, le dejó claro al troll que su comportamiento debería cambiar inmediatamente y que las personas del pueblo no merecen ser maltratadas. Hasta que el troll no prometió ser más bueno en el futuro, Aquiles y sus amigos no lo dejaron solo y se aseguraron de vigilar.
Aquiles y sus amigos viajaron por el mundo de los unicornios durante años, explorando lugares nuevos y enfrentando muchos desafíos. Cada día era una aventura nueva y emocionante, algo que Aquiles no había experimentado de esta manera antes. Sin embargo, en lo más profundo de su corazón, siempre estaría agradecido por haber encontrado la pradera dorada y el mundo de las hadas. Era un lugar que nunca olvidaría y un recuerdo que siempre lo mantendría fuerte y motivado.
Finalmente, después de mucho tiempo, Aquiles decidió regresar a su hogar en el bosque mágico y dedicar su tiempo a gobernar y ayudar a las personas del reino en la medida de su poder. Sabía que había vivido muchas aventuras, pero siempre llevaría consigo sus aventuras y esos sueños para siempre. Por siempre sería recordado como el unicornio más valiente, bondadoso y aventurero que jamás se haya visto.