El Secreto de la Navidad en el Mundo de los Deseos

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El Secreto de la Navidad en el Mundo de los Deseos
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El Secreto de la Navidad en el Mundo de los Deseos. Érase una vez en el mundo de los deseos, los elfos trabajaban duro para preparar la Navidad. Desde la fábrica de juguetes hasta la decoración de los árboles de Navidad, todo se estaba llevando a cabo con gran entusiasmo en la mañana del 24 de diciembre. Los elfos trabajaban arduamente para hacer realidad los deseos y sueños de los niños en todo el mundo.

El rey de los elfos, un anciano pícaro y sabio, sabía que algo especial estaba por suceder esa noche. Una mágica y misteriosa señal le había llegado y era imperativo que los elfos estuvieran preparados para lo que sea que estuviera por venir.

La noche llegó, y los elfos estaban listos para entregar todos los juguetes a Santa Claus, quien iba a distribuirlos a los niños de todo el mundo. Cuando la fábrica se vació, los elfos volvieron a casa y sigilosamente se reunieron para ver qué misterioso evento les aguardaba. Y así, cuando la medianoche llegó, los elfos se adentraron a la oscuridad de la noche en busca de lo desconocido.

A medida que los elfos se adentraban en el bosque, una mágica y brillante luz los rodeó y los envolvió por completo. Cuando la luz se disipó, los elfos se encontraron en un lugar extraño y desconocido. Las dulces y bellas caras de los elfos se transformaron en caras de miedo y preocupación. Estaban lejos de casa, perdidos en la oscuridad de la noche.

De repente, una figura apareció. Él se llamaba Nick y era un pequeño espíritu amable y divertido. Nick era un habitante del mundo de los deseos y rápidamente se hizo amigo de los elfos. Los elfos estaban tan agradecidos por su ayuda que le preguntaron cómo podían agradecerle. «Solo un deseo…» dijo Nick.

Los elfos estaban confundidos. ¿Un deseo? Pero eran ellos quienes hacían realidad los deseos de los demás. Nick se dio cuenta de su confusión. «Sí, un deseo solo para mi pueblo. Hay un lugar en el mundo donde no hay Navidad. Quiero que traigan la Navidad allí».

Los elfos no podían entender cómo podría existir un lugar sin Navidad. En su mundo, la Navidad era todo. Pero Nick les explicó que había una isla en algún lugar del mundo donde la Navidad no era celebrada. Los elfos sabían apenas de la existencia del lugar, pero no lo habían hecho realidad por miedo a romper la tradición.

Pero ahora, los elfos sabían que habían encontrado su destino. Una vez que llegaron a la isla, los elfos vieron que Nick tenía razón. Había muy pocas decoraciones de Navidad, no había árbol de Navidad y no se oían villancicos. Los elfos trabajaron en silencio mientras construían una actividad navideña después de otra. Comenzaron con la decoración de un árbol de Navidad gigante, seguida de la elaboración de cientos de pasteles de Navidad y de la preparación de un cumpleaños especial para el hombre más generoso de la isla.

La gente de la isla era cautelosa al principio, pero cuando vieron el árbol de Navidad gigante y el brillo de todas las decoraciones, se sorprendieron. Comenzaron a unirse a la diversión y a disfrutar de la Navidad. La música, las luces y todo lo que hacían los elfos comenzaron a transformar la isla en un lugar completamente diferente. La Navidad había llegado, como se esperaba, junto con la risa y la felicidad.

Cuando los elfos se fue, sabían que habían hecho un gran cambio en la vida de la gente de la isla. La Navidad había llegado a ese lugar y nadie lo había hecho nunca antes. Era otro lugar que, a partir de ese día, se elogiaba por sus Navidades hermosas y deslumbrantes.

De vuelta en la fábrica de juguetes, los elfos se dieron cuenta de algo nuevo en sí mismos. Después de haber visto el impacto positivo que pueden hacer en la vida de otros, habían adquirido una nueva confianza y una sensación de grandeza. Sabían que podían hacer cualquier cosa que se propusieran, y que nunca deberían tener miedo de romper las reglas y tradiciones del mundo de los deseos.

La medianoche llegó y pasó, pero los elfos estaban lejos de preocuparse por el mágico evento de la noche. Desde ese día, los elfos comenzaron a trabajar en una nueva tradición en el mundo de los deseos, que había sido inspirada por su experiencia en la isla. Cada año, los elfos serían enviados a un lugar nuevo en el mundo para llevar la Navidad y la alegría a aquellos que nunca lo habían experimentado antes.

Y así, después de varios años y muchos lugares nuevos, el mundo de los deseos se convirtió en un lugar aún más alegre y feliz de lo que alguna vez imaginaron. Y cada vez que los elfos recordaban ese extraño y mágico evento de la noche, sonreían entre ellos, sabiendo que habían hecho feliz a mucha gente en todo el mundo y que nunca deberían tener miedo de traer sus deseos a la vida.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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