El sapo amarillo. Érase una vez, en un pequeño estanque enclavado en el corazón del bosque, vivía un pequeño y feliz sapo amarillo llamado Sunny. Sunny era un sapo brillante y alegre, con una piel amarilla brillante que brillaba a la luz del sol.
Todos los días, Sunny se despertaba temprano y saltaba alrededor del estanque en busca de sabrosos insectos para comer. Le encantaba explorar el bosque, persiguiendo mariposas y comiendo jugosas moscas.
Un día, mientras Sunny estaba explorando, se encontró con un grupo de sapos que eran de diferentes colores: verde, marrón e incluso rojo brillante. Sunny era el único sapo amarillo en el estanque y se sentía un poco excluido.
Pero Sunny no dejó que eso lo deprimiera. Sabía que ser diferente era algo para celebrar y estaba decidido a aprovechar al máximo su color único.
Así que Sunny decidió divertirse un poco. Saltó hasta la parte superior de un nenúfar y comenzó a dar saltos mortales en el aire. Los otros sapos estaban asombrados por las acrobacias de Sunny, y todos vitorearon y aplaudieron mientras actuaba.
Sunny se sintió tan feliz y orgullosa mientras disfrutaba de los aplausos de sus amigos. Sabía que ser un sapo amarillo era algo especial, y estaba agradecido por toda la alegría y felicidad que le traía.
Y a partir de ese día, Sunny pasó a ser conocido como el sapo más feliz y jovial de todo el bosque, esparciendo alegría y risas por donde pasaba.