El rey de la diversidad. Érase una vez en un lejano reino donde vivían un gran número de personas de diversos orígenes, culturas y creencias. El rey del reino se llamaba Antonio y era conocido por ser un amante de la diversidad en su reino.
El rey Antonio había sido criado por sus padres para respetar a todas las personas independientemente de su origen o su cultura. Desde su juventud, el rey Antonio siempre había trabajado incansablemente para mejorar las vidas de su pueblo y encontrar maneras de unir a las personas en lugar de dividirlas.
Un día, el rey Antonio organizó un gran banquete para sus súbditos donde se animó a todos a unirse y celebrar la diversidad. Hasta entonces, muchas personas del reino habían mantenido aisladas en pequeños grupos y raramente interactuaban con la gente de otras culturas.
El día del banquete, se sentaban juntos en grandes mesas que se extendían por el gran salón. Todo el mundo estaba emocionado por la fiesta y todos los diferentes colores y olores de la comida llenaban el aire. Personas de diferentes creencias religiosas, edades y géneros se sentaron juntas, intercambiando historias, compartiendo experiencias y aprendiendo el uno del otro.
Pero, de repente, un gran problema surgió. Un pequeño grupo de valientes aventureros que estaba en peligro pidió ayuda al rey Antonio. Estos aventureros eran de un reino lejano y se habían perdido en el camino. Pronto descubrieron que su camino estaba obstruido por un gran río que era peligroso cruzar. Si no hubieran encontrado una manera de cruzar el río pronto, no podrían haber completado su misión.
Pero el Rey de la diversidad no se rindió fácilmente, y asumió la tarea de encontrar una solución. Buscó la ayuda de los mejores ingenieros del reino para construir una pasarela sobre el río. Pero, pronto surgió otro problema enormemente problemático: no había suficientes materiales para construir una pasarela que fuera lo suficientemente larga.
El rey Antonio, nuevamente, no se rindió e hizo un llamado a todos los pueblos del reino, independientemente de su origen, para que vinieran y ayudaran. Juntos, utilizando los materiales disponibles y la mano de obra del reino, trabajaron incansablemente hasta construir una pasarela increíblemente larga que les permitió a los aventureros cruzar el río con seguridad.
Finalmente, después de tanta dificultad, los valientes aventureros encontraron lo que habían estado buscando y volvieron a su hogar. Pero, el legado del rey Antonio de la diversidad y la inclusión se mantuvo.
Con el paso del tiempo, el reino atrajo a más y más gente de diferentes culturas y orígenes a causa de la visión del rey Antonio. A través de la cooperación, el respeto y la determinación de la gente del reino, se convirtió en un lugar increíblemente hermoso y diverso que fue admirado en todo el mundo.
El mensaje más importante que el rey Antonio quiso transmitir fue que todos tenemos algo valioso que aportar al mundo. Todos podemos trabajar juntos sin importar nuestras diferencias y crear algo que mejore el mundo en el que vivimos.
Este conjunto de valores, y la idea para el construir una sociedad inclusiva, donde la diversidad es celebrada e impulsada, es algo que los niños y niñas deben aprender desde una edad temprana. Esperamos que la historia del rey de la diversidad sea una herramienta útil para enseñar estos valores tan importantes a los, tanto dentro como fuera de la escuela.
