El reno travieso de Santa Claus

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El reno travieso de Santa Claus
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El reno travieso de Santa Claus. Érase una vez un reno travieso llamado Trineo. Cada año, en la víspera de Navidad, Santa Claus llamaba a sus nueve renos leales para hacer la entrega de los regalos a los niños de todo el mundo. Pero había un reno que siempre hacía travesuras y a menudo traía problemas a los otros renos y a Santa Claus.

Trineo era muy travieso. Le gustaba jugar bromas a sus compañeros renos mientras trabajaban, distrayéndolos con ruidos fuertes o haciéndoles cosquillas. Santa Claus le había advertido muchas veces que dejaran de jugar esas bromas mientras trabajaban, pero Trineo nunca lo escuchaba.

La noche antes de Navidad, mientras Santa Claus estaba terminando sus preparativos en el taller, Trineo decidió divertirse un poco. Se deslizó hacia el taller sigilosamente y comenzó a hacer ruidos extraños. Santa Claus, sintiéndose irritado por la actitud de Trineo, le susurró unas palabras antes de iniciar el trabajo. Pero Trineo, en lugar de obedecer, decidió hacer una broma pesada. Se introdujo en el taller y comenzó a desordenarlo, rompiendo juguetes y golpeando herramientas.

Cuando Santa Claus se acercó a Trineo para preguntarle qué estaba haciendo, Trineo lo miró con un rostro sonriente y contestó:

– ¡Solo estoy aquí para ayudarte con los juguetes! -dijo, tratando de ocultar su travesura.

Pero Santa Claus lo conocía demasiado bien y sabía que Trineo estaba mintiendo. A pesar de su frustración, decidió darle otra oportunidad y lo envió a prepararse para el viaje de entrega de regalos.

La vuelta al mundo fue larga, y Trineo trabajó en equipo con sus compañeros renos para entregar los regalos a tiempo. Pero, a medida que avanzaba el viaje, Trineo empezó a hacer de las suyas. Primero, empezó a corretear a los otros renos, saltando como un loco en el aire y zigzagueando. Luego, Trineo comenzó a gabotear, girando y girando en el aire, lo que hizo que la carga se balanceara peligrosamente.

Los otros renos se sintieron molestos e irritados con él. Trineo no podía entender por qué sus amigos no querían divertirse con él, y continuó con su comportamiento impropio. Pero de repente, al borde de un precipicio, Trineo resbaló y estuvo a punto de caer por el abismo.

Santa Claus, que había estado viendo todas sus travesuras, intervino justo a tiempo y salvó a Trineo. Trineo, dándose cuenta del peligro al que había expuesto a sus compañeros, se disculpó sinceramente por su comportamiento.

Santa Claus, sabiendo que Trineo aún tenía un corazón correcto, decidió perdonarle de nuevo, pero le dijo que su comportamiento tenía que cambiar o no podría seguir siendo parte del equipo. Entonces, Trineo prometió portarse bien y contribuir a la entrega de regalos de Navidad.

Y así lo hizo, ayudando a sus compañeros renos a entregar los regalos a los niños a tiempo. Y a pesar de sus tendencias traviesas, Trineo aprendió una valiosa lección sobre la importancia del trabajo en equipo, la responsabilidad y la madurez. Desde ese día en adelante, Trineo se convirtió en un miembro leal y dedicado del equipo de renos de Santa Claus, ayudándole a llevar alegría a los niños de todo el mundo.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El reno travieso de Santa Claus
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