El Ratoncito y la Gran Travesía en la Nieve

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El Ratoncito y la Gran Travesía en la Nieve
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El Ratoncito y la Gran Travesía en la Nieve. Érase una vez, en un bosque muy lejano, vivía un ratoncito muy valiente llamado Tomás. Tomás siempre estaba buscando aventuras y tenía su casa en el tronco de un árbol, donde pasaba sus días jugando con sus amigos ratones.

Un día, mientras jugaban, les llegó la noticia de que el invierno estaba muy cerca y que, este año, la nieve sería muy espesa. Todos los ratones se preocuparon, y Tomás decidió prepararse para la gran travesía en la nieve.

Tomás no sabía qué hacer, pero su mamá le dio una gran idea: buscar al zorro, quien podía ayudarle a encontrar el camino correcto para llegar a su destino.

Tomás, muy animado, empezó su búsqueda por el bosque. Después de un rato, encontró al zorro, quien estaba durmiendo en un árbol.

Tomás lo despertó y le explicó su problema, pero el zorro no estaba muy interesado en su historia. Sin embargo, Tomás no se rindió y le suplicó al zorro que lo ayudara a encontrar el camino correcto. Finalmente, el zorro aceptó.

Tomás se sintió tan agradecido que le ofreció una de sus cenas favoritas, quesos suizos, a cambio de su ayuda. El zorro aceptó y juntos empezaron su gran travesía.

La nieve estaba muy alta, pero Tomás y el zorro seguían adelante, sin rendirse. Durante el camino, el zorro compartió con Tomás algunos consejos para sobrevivir en la nieve, como cómo mantenerse abrigado y cómo comer la nieve para mantenerse hidratado.

Después de varios días caminando en la nieve, llegaron a un pequeño pueblo donde Tomás se reunió con su gran amigo el búho. El búho estaba sorprendido de ver a Tomás tan lejos de su hogar y le preguntó qué hacía allí.

Tomás le contó la historia de la gran travesía en la nieve, y el búho se emocionó tanto que decidió unirse a ellos en su búsqueda.

Juntos, continuaron su camino y finalmente llegaron a su destino. Allí, se encontraron con la Navidad montada y decorada, como nunca antes habían visto. Los tres amigos ratones pasaron su Navidad lejos de casa pero felices y unidos.

El siguiente día, después de disfrutar de un gran banquete, Tomás y sus amigos empezaron su regreso a casa, siguiendo el camino que habían recorrido para llegar al pueblo.

A medida que avanzaban en su camino, Tomás recordó todas las aventuras que habían pasado y lo importante que era tener amigos que lo ayudaran en su viaje. Agradeció al zorro y al búho por haberlo acompañado y ayudado en su gran travesía.

Finalmente, llegaron al bosque donde vivía Tomás. La nieve había desaparecido y los ratones estaban felices de ver a su amigo de vuelta, sano y salvo.

Tomás se sintió orgulloso de la gran travesía en la nieve que había hecho y de haber descubierto lo importante que era la amistad en momentos difíciles. Ahora podía decir con orgullo que era un ratón valiente y aventurero, y sabía que nunca estaría solo en sus futuras aventuras.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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