El Ratoncito y la Gran Aventura en el Desierto

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El Ratoncito y la Gran Aventura en el Desierto
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El Ratoncito y la Gran Aventura en el Desierto. Érase una vez un ratoncito llamado Nico que vivía en un pequeño agujero en la pared de una casa. Nico era muy curioso y aventurero, siempre quería descubrir nuevos lugares y cosas interesantes.

Un día, mientras exploraba su hogar, encontró un mapa antiguo que mostraba un tesoro escondido en medio del desierto. El ratoncito se emocionó mucho al ver el mapa y decidió que tenía que encontrar el tesoro.

Así que, sin pensarlo dos veces, preparó su mochila con algunas cosas necesarias y se puso en camino hacia el desierto.

El sol brillaba fuerte en el cielo y las arenas eran muy calientes, pero Nico no se rindió. Siguió caminando y caminando, buscando pistas que lo llevaran al tesoro.

Pasaron horas y el ratoncito estaba exhausto, pero no se dio por vencido. Finalmente, después de mucho caminar, encontró una cueva en la montaña. Estaba oscuro y Nico tuvo miedo, pero con valor, decidió entrar.

Dentro de la cueva, Nico encontró un gran tesoro lleno de piedras preciosas y monedas de oro. Saltó de alegría al ver el tesoro y no podía creer que lo había encontrado.

Pero de repente, escuchó un ruido extraño y se dio cuenta de que no estaba solo en la cueva. Había una serpiente muy enojada que había despertado del sueño por el ruido del ratoncito.

La serpiente estaba furiosa y tenía la intención de atacar a Nico, pero el ratoncito ingenioso rápidamente se dio cuenta de algo que estaba a su alcance. Había un estrecho pozo detrás de él, y con una astucia desbordante, logró esquivar el ataque de la serpiente y se deslizó por el pozo.

La serpiente, sembrada del susto, se quedó quieta, desconcertada por la rápida maniobra de Nico. Al ratoncito le costo salir del pozo ya que estaba muy oscuro, pero, corajeoso como siempre, usó su linterna para iluminar la oscuridad y logró salir a duras penas.

Mientras escapaba de la serpiente, Nico se dio cuenta de que había perdido el mapa y se sintió muy triste, ya que sin el mapa, no sabía cómo volver a casa.

Pero entonces, mirando a su alrededor, vio algo que lo ayudaría a encontrar su camino de regreso a casa. Vio un cactus alto y se dijo a sí mismo: «Si logro subir hasta la cima del cactus, podré ver todo el terreno a mi alrededor y podré encontrar el camino de regreso a casa».

Así que, con mucho esfuerzo, trepó por el cactus lleno de espinas hasta la cima, y desde allí pudo ver la dirección exacta que tenía que tomar para regresar a casa.

Con una sonrisa de alegría, Nico comenzó su camino de regreso. Con la ayuda de su astucia, coraje y determinación, logró encontrar el tesoro y también superar los obstáculos en su camino.

Finalmente, después de mucho caminar, llegó a su pequeño agujero en la pared de la casa. Entró en él rápidamente y se acostó en su cama, agotado pero feliz. Ahora tenía una gran historia que contar y un tesoro que guardar.

Desde ese día en adelante, Nico sabía que siempre había aventuras esperando por él, y que con astucia, coraje y determinación podría superar cualquier obstáculo que se presentara en su camino. Y así, el ratoncito vivió feliz siempre, esperando su siguiente aventura.

Y esa fue la gran aventura del ratoncito en el desierto.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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