El Ratón y la Caja Fuerte de los Quesos

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El Ratón y la Caja Fuerte de los Quesos
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El Ratón y la Caja Fuerte de los Quesos. Érase una vez un pequeño ratón llamado Nico que vivía en un granero lleno de cajas de queso. Nico siempre estaba buscando una manera de conseguir más queso. Hasta que un día descubrió una caja fuerte gigante que había sido abandonada en un rincón del granero.

Nico no podía creer lo que veía. Era una caja enorme, con una combinación de números en la parte delantera. Pensó y pensó. Si pudiera abrir esa caja, seguramente habría suficiente queso para alimentar a todos sus amigos ratones durante semanas.

Pero, ¿cómo podía hacerlo? Nico no tenía idea de cuál era la combinación correcta. Decidió pedir ayuda a sus amigos ratones, pero todos ellos eran demasiado jóvenes para haber visto una caja fuerte antes.

Entonces, Nico decidió que debía encontrar un experto en cajas fuertes. ¿Pero quién podría ser? Durante días, el ratón buscó por todo el granero, preguntando a cada roedor que conocía si conocía a alguien con experiencia en cajas fuertes. Pero parecía que no había tal experto.

Finalmente, después de una larga búsqueda, Nico encontró lo que estaba buscando en una esquina del granero: un viejo búho sabio. El búho sabía todo sobre cajas fuertes, y Nico creyó que era el único que podría ayudarlo.

«Señor búho, necesito su ayuda», dijo Nico. «Hay una caja fuerte en el granero con mucho queso dentro, pero no puedo abrirla. ¿Podría ayudarme?».

El búho miró a Nico con curiosidad. «¿Qué clase de caja fuerte es?»

«Es una caja grande, con una combinación en la parte delantera», respondió Nico.

El búho asintió. «Entonces, necesitarás la combinación correcta para abrir la caja. ¿Has intentado adivinarla?»

«Sí, pero no tuve suerte», dijo Nico.

El búho pensó en silencio durante unos momentos antes de responder. Finalmente, se levantó y dijo: «Vamos a la caja fuerte. ¡Tengo una idea!».

Nico siguió al anciano búho hasta la caja fuerte. El búho inspeccionó la enorme caja durante unos minutos antes de darse cuenta de que la combinación estaba en una nota adhesiva que estaba pegada en la parte posterior de la caja.

«¡Aquí está!», dijo el búho, pelando la nota. «La combinación correcta es 9-2-4».

Nico no podía creer su suerte. «¡Gracias! ¡Gracias, señor búho! ¡No sé cómo podría haber logrado esto sin usted!».

Con la combinación en mano, Nico se dispuso a abrir la caja fuerte tan pronto como sea posible. Pero como era de esperar, no fue tan simple. Era difícil meter sus pequeñas patas en la combinación correctamente. Y después de varios intentos fallidos, Nico estaba a punto de renunciar.

De repente, el búho sabio apareció detrás de él. «¿Necesitas ayuda?», preguntó.

«¡Sí, por favor!», dijo Nico.

El búho y Nico trabajaron juntos para abrir la caja fuerte. Finalmente, después de intentarlo durante unos minutos más, la caja se abrió. Y lo que encontraron adentro los dejó sin habla.

Había montones de queso, de todos los tipos y tamaños imaginables. Nico estaba tan emocionado que saltó de alegría. «¡Oh, mi Dios, tanta comida! ¡Es un sueño hecho realidad!».

El búho sonrió. «Todos merecen un sueño así de vez en cuando, ¿no es así?»

Nico estaba eternamente agradecido por la ayuda del búho sabio en conseguir el tesoro de comida. Además, aprendió una valiosa lección sobre la importancia de pedir ayuda cuando la necesitas y no perder la esperanza, incluso cuando parece imposible.

Desde ese día, Nico y sus amigos ratones disfrutaron del delicioso queso de la caja segura en su hogar en el granero. Y nunca olvidaron la lección que habían aprendido sobre trabajar juntos y pedir ayuda cuando la necesitan.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El Ratón y la Caja Fuerte de los Quesos
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