El Príncipe en la Montaña de los Diamantes. Érase una vez en un reino lejano, un príncipe llamado Nicolás. El reino estaba rodeado por montañas y estaba protegido por un ejército de valientes soldados. El príncipe Nicolás era amable, justo y muy querido por todos sus súbditos. Vivía en un gran castillo con su madre la reina Ana, su padre el rey Enrique y sus hermanos los príncipes Luis y Sofía.
Un día, el príncipe Nicolás decidió explorar las montañas alrededor del castillo. Después de caminar durante horas, encontró una cueva escondida detrás de un gran árbol. La entrada estaba bloqueada por unas rocas grandes que parecían imposibles de mover, pero el príncipe se acercó y empujó las rocas con todas sus fuerzas. Con gran sorpresa, las rocas cedieron y la entrada de la cueva se abrió.
El príncipe entró en la cueva y vio algo que dejó asombrado: estaba lleno de diamantes brillantes. Nicolás nunca había visto algo así en su vida. Miró a su alrededor y descubrió que había un camino que llevaba más adentro de la cueva. El príncipe decidió seguir el camino y pronto llegó a otra habitación. En el centro de la habitación había un gran pedestal con una nota.
La curiosidad del príncipe Nicolás lo llevó a leer la nota. Decía:
«Este es un lugar sagrado donde solo los más valientes pueden entrar. Si eres elegido por la montaña, tendrás que enfrentar un gran peligro, pero si lo superas, serás recompensado con una gran riqueza».
El príncipe Nicolás no tenía miedo y decidió seguir adelante. Pasó por muchas habitaciones más y superó muchos obstáculos peligrosos para llegar a la última habitación. En el centro de la habitación había un cofre hecho de oro macizo que brillaba con un fulgor impresionante.
El príncipe abrió el cofre y encontró una llave de plata que tenía un mensaje grabado en ella. La inscripción decía:
«Esta llave es la clave para el mayor tesoro que jamás hayas visto. La llave solo puede ser usada una vez, así que úsala con sabiduría».
El príncipe se sintió aliviado al ver que la aventura había terminado. Tomó la llave y salió de la cueva. Llegó al castillo y mostró la llave a su madre la reina Ana y a su padre el rey Enrique. La reina Ana sabía lo que la llave significaba y explicó al príncipe que había una leyenda en la que el príncipe que encontrara la llave de plata podría desbloquear la habitación más secreta del castillo y reclamar un gran tesoro.
Todos los príncipes de la familia real habían buscado la llave durante años, pero nadie la había encontrado. Ahora el príncipe Nicolás había demostrado su valentía y habilidad, y la llave estaba en sus manos.
La reina Ana y el rey Enrique guiaron al príncipe Nicolás a la habitación más secreta del castillo. La llave encajaba perfectamente en la cerradura y la puerta se abrió con un ruido. La habitación estaba llena de oro, joyas, piedras preciosas y objetos antiguos y raros. La vista fue impresionante hasta el príncipe Nicolás se dio cuenta de algo extraño.
Había una caja de madera en el suelo, junto a las otras riquezas. Parecía antigua y dentro había una nota. El príncipe la recogió y la leyó:
«Estas riquezas son solo un símbolo de la verdadera riqueza que un príncipe necesita. La verdadera riqueza está en tener un corazón amable, honesto y generoso. Espero que estas riquezas te recuerden que los verdaderos tesoros de la vida no son los materiales, sino el amor y la amistad».
El príncipe Nicolás se sintió inspirado y decidió que iba a compartir su gran tesoro con toda la gente del reino y incluso fuera de él. Comenzó a repartir su riqueza a los necesitados y a ayudar a los demás en todo lo que podía.
Fue entonces cuando el príncipe Nicolás se dio cuenta de que la aventura que había vivido en la montaña de los diamantes era más que una búsqueda de riqueza; era una búsqueda de valentía, habilidad y apertura. Esta búsqueda había cambiado su vida de una forma u otra.
El príncipe Nicolás vivió el resto de su vida siendo respetado y querido por su gente. Recordó su aventura en la montaña de los diamantes y la lección que le había enseñado. Desde entonces las aventuras del príncipe fueron continuar siendo un buen gobernante y ayudar a los que lo necesitaban.
FIN.