El Príncipe en el Reino del Misterio

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El Príncipe en el Reino del Misterio
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El Príncipe en el Reino del Misterio. Érase una vez, en un reino muy lejano, donde la magia y el misterio se entrelazaban en cada rincón, un joven Príncipe vivía junto a sus padres, el Rey y la Reina. Como toda la nobleza de su reino, vivía en un castillo de piedra morado en lo alto de una colina, desde donde se veían las hermosas montañas.

El Príncipe había crecido rodeado de criados y caballeros, pero nunca se había sentido completamente satisfecho con su vida. Siempre había sentido una sed de aventura inexplicable, y aunque había leído todos los libros de cuentos de su enorme biblioteca, seguía pensando que debía haber algo más.

Un día, mientras paseaba por los jardines del castillo, se encontró con un mago viejo, sentado junto a una fuente con un sombrero lleno de estrellas, que le preguntó qué le pasaba. El Príncipe se sorprendió porque nunca había visto a un mago en persona antes, pero, de todas formas, decidió hablarle y contarle su deseo secreto de encontrar una aventura emocionante, llena de magia y misterio.

El mago sonrió, sacó su varita mágica y dijo: «¡Bienvenido al Reino del Misterio, joven Príncipe! ¡Aquí encontrarás lo que buscas! Pero ten cuidado, porque aunque este reino es mágico y feliz, también es peligroso si no sabes cuidarte».

Entonces, el mago de golpe agitó su varita mágica, y el príncipe sintió que estaba siendo succionado por un viento fuerte envuelto en brumas y luces. De repente, todo se volvió negro y el Príncipe se desvaneció.

Un rato después, el Príncipe abrió los ojos y se encontró en un lugar extraño, rodeado de árboles de colores brillantes, animales que cantaban y una sensación de alegría nuevo. Para su sorpresa, también encontró a un conejo blanco que le hablaba y le preguntaba qué hacía allí.

El Príncipe se asustó un poco al principio, pero luego decidió hablar con el conejo y explicarle que había sido llevado por un mago que lo había enviado allí para encontrar aventuras emocionantes.

El conejo se ofreció a ayudarlo y, después de caminar por varios senderos y atravesar arroyos extranos, llegaron a un castillo en ruinas. El conejo le dijo al Príncipe que había leyendas sobre esta fortaleza, que decían que estaba encantada, y que se habían perdido muchos viajeros allí, pero el Príncipe sintió en su corazón que era allí donde encontraría la magia y el misterio que tanto buscaba.

Así que decidió entrar en el castillo y se encontró con un extraño murciélago gigante con un número en su frente. El murciélago le contó que era un guardián mágico y que le permitiría continuar si respondía su acertijo.

«Si tienes dos huevos y comes uno, ¿cuántos huevos quedan?» le preguntó.

El Príncipe pensó por un momento, y respondió: «uno».

El murciélago se quedó sorprendido por la respuesta rápida y acertada, y desapareció con un susurro. Luego, el Príncipe pasó por oscuros pasillos y secretas salas, guiado por su intuición y su coraje.

Finalmente, llegó a una enorme sala en donde se encontró con una extraña doncella con un velo y un vestido lleno de telarañas, que lo observaba con sus ojos de oro. La doncella le mostró una caja cerrada de metal y le dijo que si quería encontrar la magia que buscaba, debía abrirla.

El Príncipe se acercó lentamente a la caja y la abrió, pero en lugar de encontrar magia y misterio, lo que encontró fue el tesoro más maravilloso de todos: ¡un espejo encantado con el que podría ver todo lo que sucedía en su reino! Y, además, descubrió que la doncella en realidad era un hada que lo había estado guiando.

Así, lleno de felicidad, el Príncipe regresó al castillo, donde le contó a todo el mundo su aventura y la magia que había encontrado. Y, desde entonces, vivió una vida llena de alegría y aventuras emocionantes, y nunca se olvidó del Reino del Misterio.

Porque a veces, la magia y el misterio están justo delante de nosotros, solo necesitamos tener el coraje y la valentía de buscarlos y encontrarlos.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El Príncipe en el Reino del Misterio
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