El Perro de la Ciudad de los Juegos

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El Perro de la Ciudad de los Juegos
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El Perro de la Ciudad de los Juegos. Érase una vez en la Ciudad de los Juegos, vivía un perro llamado Rufus. Rufus era un perro muy juguetón y le encantaba correr y saltar por todas partes. Pero al contrario de los demás perros de la Ciudad de los Juegos, Rufus no tenía un dueño que lo cuidara y lo llevara a dar largos paseos por el parque. Él tenía que buscar sus propios juegos y diversiones.

A menudo Rufus se encontraba vagando por las calles de la ciudad sin rumbo fijo, pero un día, mientras exploraba las zonas menos visitadas de la ciudad, encontró un parque escondido detrás de un edificio antiguo. Allí, Rufus encontró un grupo de niños jugando en el parque, y rápidamente se convirtió en su nuevo amigo y compañero de juegos.

Los niños del parque descubrieron que Rufus era muy habilidoso y podía hacer muchos trucos impresionantes. Rufus podía saltar a través de los aros, equilibrar una pelota en su nariz y estirar sus patas traseras para atrapar una pelota cuando era lanzada. Los niños se divertían mucho con Rufus y se volvió un miembro más del grupo.

Durante algunos días, Rufus visitaba el parque cada vez que podía, pero todavía no tenía un hogar. No había encontrado a alguien que lo quisiera llevar a casa. Mientras esperaba, Rufus disfrutaba de los juegos en el parque junto a los niños.

Una tarde, cuando Rufus llegó al parque, se dio cuenta de que algo extraño estaba ocurriendo. Había muchos coches y personas, pero el parque no parecía estar abierto para jugar perros. Los niños estaban esperando impacientes junto a la puerta, y cuando vieron a Rufus, rápidamente se acercaron y le explicaron.

-Hoy el parque está cerrado para hacer una feria benéfica para perros. -dijo Tania, una de las niñas del grupo.- Los perros que no tengan hogar podrán encontrar una familia aquí.

Rufus se emocionó mucho al escuchar eso y decidió quedarse en el parque para la feria. Escuchó con atención las palabras de Tania y comprendió que quizás podría encontrar a alguien que quisiera llevarlo a casa y cuidarlo por el resto de su vida.

Después de un rato, el parque abrió y la feria comenzó. Rufus vio muchos perros como él que estaban en busca de un hogar. Había grandes perros, pequeños perros, perros peludos y perros sin pelo. Pero Rufus no perdió la esperanza, aún creía que encontraría a alguien.

Fue entonces cuando vio a una familia que se acercaba a su corral para conocerlo. La familia era muy cariñosa y se interesó mucho en Rufus. Le preguntaron si sabía hacer trucos y Rufus rápidamente demostró sus habilidades impresionantes. La familia quedó impresionada y dijeron que querían llevarse a Rufus a casa con ellos.

Las lágrimas de felicidad brotaron de los ojos de Rufus. ¡Finalmente tendría un hogar y alguien que lo querría para siempre! La familia se emocionó al ver la reacción de Rufus y se dieron cuenta de que habían hecho la elección correcta. Tomaron a Rufus en brazos y se lo llevaron a su hogar.

Rufus estaba emocionado y agradecido. Ya no tendría que vagar por las calles en busca de un lugar seguro para dormir. Ahora tenía una casa y una familia amorosa con la que compartir su vida.

Poco después de llegar a su nuevo hogar, Rufus aprendió que no solo tenía una familia amorosa, sino que también tendría un compañero de juego para siempre, un niño pequeño llamado Tommy. Tommy era un niño dulce y juguetón que amaba a Rufus y que siempre estaba dispuesto a jugar con él.

Rufus también aprendió que aunque era divertido tener amigos en la Ciudad de los Juegos, tener una familia amorosa era lo mejor que le podía haber pasado. Descubrió que ser un perro en familia es una experiencia muy diferente y que ahora tenía un hogar para siempre.

Desde ese día, Rufus se convirtió en el perro más feliz de la Ciudad de los Juegos. Ya no era un perro sin dueño y tenía a alguien que lo cuidara y lo quisiera. Ahora podía disfrutar de todo lo que la ciudad tenía para ofrecer, pero sabía que su hogar era donde realmente pertenecía. Rufus aprendió que el amor y la familia son las cosas más importantes en la vida.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El Perro de la Ciudad de los Juegos
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