El Monstruo del Pueblo del Abismo. Érase una vez un pequeño pueblo ubicado en medio de un enorme abismo. Durante el día, era un lugar tranquilo y agradable, pero cuando llegaba la noche y la luna llena se asomaba en el cielo, la gente del pueblo temblaba de miedo. Y es que ahí, en el fondo del abismo, vivía el Monstruo del Pueblo del Abismo.
El Monstruo era terriblemente grande y feroz. Tenía escamas verdes por todo su cuerpo y un rugido escalofriante que hacía temblar la tierra. Las personas del pueblo se contaban historias sobre él y, aunque nadie lo había visto nunca realmente, todos temían encontrárselo algún día.
Un día, sin embargo, sucedió algo muy extraño en el pueblo. Todas las noches, alguien encontraba en la puerta de su casa una nota con una extraña respuesta adivinatoria. Las notas decían cosas como «Hoy tendrás un gran día» o «Pronto se cumplirá tu mayor deseo», pero nadie sabía de dónde venían esas notas misteriosas.
La gente del pueblo empezó a hablar sobre las notas y los rumores se extendieron rápidamente. Algunos decían que era una persona del pueblo que estaba jugando una broma, mientras que otros creían que era obra del Monstruo.
Finalmente, un pequeño grupo de valientes del pueblo decidió investigar quién estaba detrás de las notas misteriosas. Durante semanas, siguieron pistas y reunieron información, pero no podían encontrar pistas que los llevaran al responsable.
Una tarde, mientras los niños del pueblo jugaban cerca del abismo, uno de ellos encontró una pequeña entrada a una cueva. Al principio, los niños tenían miedo de entrar, pero finalmente decidieron hacerlo.
Dentro de la cueva, encontraron algo sorprendente: un gran acertijo tallado en la pared. Era complicadísimo, pero también estaba respondido, y los niños se acordaron de las notas misteriosas que habían encontrado en la puerta de sus casas.
Comenzaron a investigar y resultó que las notas misteriosas sí habían venido del acertijo en la cueva. Después de resolverlo, los niños creyeron que había sido una especie de broma pesada, pero de repente escucharon un ruido en la oscuridad. ¿Quién o qué podría estar ahí?
Y entonces, de repente, salió a la luz el Monstruo del Pueblo del Abismo. Los niños gritaron y salieron corriendo de la cueva a toda velocidad, sin mirar atrás.
Pero algo extraño sucedió cuando el Monstruo los alcanzó. En lugar de atacarlos, les dijo con voz grave pero amable:
– ¿Qué hacen aquí mis pequeñas criaturas? ¿No han escuchado sobre mi reputación?
Los niños, sorprendidos, le contaron la verdad, que habían venido a descubrir quién había escrito las notas misteriosas. El Monstruo los escuchó con atención, y entonces les explicó que había sido él, y que había querido probarles que no debían tenerle tanto miedo.
Les mostró la cueva donde había tallado el acertijo, y hablaron sobre muchas otras cosas. Los niños descubrieron que el Monstruo no era tan terrible como se decía, y que incluso tenía un sentido del humor especie de perverso.
Los niños le preguntaron a Monstruo cómo había llegado ahí, y el les contó que había sido exiliado de su hogar en la superficie debido a sus fechorías, y que había tenido que establecer su hogar en el abismo. Sintiendo empatía por el Monstruo, los niños decidieron que había llegado el momento de erradicar los rumores en torno a él.
Así que, al día siguiente, los niños organizaron una fiesta para el Monstruo y lo invitaron a visitar el pueblo. Todos los vecinos lo conocieron y descubrieron que tenía una personalidad susceptible y divertida, además de ser un vecino quirúrgico.
Después de esa noche, el Pueblo del Abismo nunca más sintió miedo del Monstruo. Y aunque el Monstruo era una criatura distinta, lo respetaban y lo apreciaban. Por supuesto, el Monstruo seguía siendo un poco alocado y le gustaba jugar algunas bromas muy pesadas de vez en cuando, pero la gente del pueblo lo tomaba con humor y sencillez.
Así que si alguna vez te encuentras en el Pueblo del Abismo, no temas encontrarte con el Monstruo. Él no es tan malo como todos dicen.
