El Gran Salto del Ratoncito

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El Gran Salto del Ratoncito
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El Gran Salto del Ratoncito. Érase una vez en un bosque encantado, vivía un pequeño ratoncito llamado Tito. El pequeño roedor era conocido por ser muy valiente y aventurero. Siempre estaba buscando nuevas emociones y nunca dejaba pasar una oportunidad para demostrar su coraje.

Un día, mientras exploraba el bosque, Tito descubrió una hermosa pradera llena de flores de colores y grandes árboles frutales. En el centro de la pradera, había una enorme montaña que parecía inaccesible. Tito sabía que tenía que subir esa montaña y ver lo que había al otro lado.

El pequeño ratoncito empezó a subir la montaña, escalando roca tras roca y saltando sobre pequeñas cascadas. La montaña era muy empinada, pero Tito no se daba por vencido. Con cada paso que daba, se sentía más cerca de su objetivo.

Finalmente, después de muchas horas de esfuerzo, Tito llegó a la cima de la montaña. Miró hacia el otro lado y se quedó boquiabierto. Había una enorme cascada que caía desde lo alto de la montaña, y en medio de la cascada había una pequeña isla.

Tito sabía que tenía que llegar a la isla y descubrir lo que se escondía allí. Pero para hacerlo, tendría que saltar la cascada. El ratoncito comenzó a retroceder unos pasos, y luego corrió hacia la cascada. Saltó al aire y agitó sus brazos y piernas, tratando de mantenerse en el aire el mayor tiempo posible.

De repente, Tito sintió que estaba cayendo. Había sobrestimado su salto y no estaba llegando al otro lado de la cascada. El ratoncito estaba aterrorizado, no sabía qué hacer.

Pero entonces, algo sorprendente sucedió. De pronto, sus patas comenzaron a moverse tan rápido que parecían alas. Tito estaba volando. No podía creerlo, pero estaba seguro de que estaba volando.

El ratoncito llegó a la pequeña isla en medio de la cascada, aterrizando suavemente en la hierba. Miró hacia atrás y vio que sus patas volvían a ser patas, no alas. Pero eso no importaba, había logrado el gran salto.

La pequeña isla era un lugar increíblemente hermoso. Había ríos cristalinos, flores de todos los colores y frutas exóticas que Tito nunca había visto antes. El ratoncito estaba encantado.

Pero no podía quedarse allí para siempre, tenía que volver al bosque. Entonces, Tito decidió que era hora de saltar de nuevo la cascada y volver a su casa.

Se preparó para el salto y corrió hacia la cascada. De nuevo, sus patas comenzaron a moverse como si fueran alas y Tito estaba volando de nuevo. Pero esta vez, algo fue diferente. El ratoncito podía controlar sus patas, moviéndolas hacia arriba y hacia abajo a voluntad.

Tito estaba sorprendido, había descubierto que podía volar. Después de años de explorar el bosque, nunca había tocado algo tan especial como esto. El ratoncito había logrado algo verdaderamente asombroso.

Finalmente, llegó a su casa en el bosque encantado. La noticia sobre el gran salto de Tito había llegado como un reguero de pólvora. Los demás animales del bosque escucharon el relato de su hazaña con asombro. Nadie podía creer que el pequeño ratoncito hubiera logrado algo tan impresionante.

A partir de ese día, Tito se convirtió en una leyenda en el bosque encantado. Todos los animales lo consideraron un héroe y querían ser amigos con él. Pero Tito nunca dejó que la fama se le subiera a la cabeza. Siempre fue un ratoncito modesto y nunca olvidó sus raíces.

Desde ese día, Tito decidió seguir explorando el bosque encantado. Pero esta vez, lo hizo desde el aire. Volaba de árbol en árbol, pasando por encima de riachuelos y montañas. El pequeño ratoncito había encontrado una nueva aventura y estaba feliz. Había descubierto algo realmente asombroso y su vida nunca volvería a ser la misma.

De vez en cuando, el ratoncito miraba hacia la cascada en la distancia y recordaba su gran salto. Era un recuerdo hermoso y una prueba de que cualquier cosa es posible si uno se lo propone.

Y así, Tito vivió feliz para siempre, siempre explorando el bosque encantado y descubriendo nuevas maravillas. Había logrado el gran salto y nada podía detenerlo.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El Gran Salto del Ratoncito
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