Un día, un hombre misterioso llegó a la ciudad. Era un hombre alto y delgado, vestido con ropa colorida y tocando una hermosa flauta. El hombre caminó por las calles, tocando su pipa, y dondequiera que iba, las ratas lo seguían.
La gente del pueblo estaba asombrada por esto, y le rogaron al hombre que librara a su pueblo de las ratas de una vez por todas. El hombre estuvo de acuerdo y llevó a las ratas fuera de la ciudad a un río cercano, donde se ahogaron.
La gente del pueblo estaba encantada y celebraron el éxito del hombre. En agradecimiento, le ofrecieron al hombre una gran suma de dinero, pero él se negó. En cambio, preguntó por los niños del pueblo, y la gente del pueblo, pensando que tenía la intención de llevarlos a una gran aventura, estuvo de acuerdo.
Pero el hombre tenía otros planes. Condujo a los niños fuera de la ciudad y a una cueva, donde nunca más se los volvió a ver. La gente del pueblo buscó a sus hijos, pero nunca los encontraron.
Al final, la ciudad de Hamelín se quedó sin sus hijos, y el hombre de la pipa desapareció en la noche para no ser visto nunca más. La gente del pueblo vivió con miedo y tristeza por el resto de sus días, y nació la leyenda del flautista de Hamelín.
