El fantasma del parque de atracciones abandonado. Érase una vez un parque de atracciones abandonado en las afueras de la ciudad. Solía ser un lugar lleno de risas y diversión, pero ahora estaba vacío y oscuro. La gente hablaba de que había un fantasma que rondaba por allí, pero nadie se atrevía a acercarse para comprobarlo.
Un día, un grupo de amigos llamados Miguel, Sofía y Paco, decidieron investigar si era verdad lo del fantasma del parque de atracciones abandonado. Así que, escondidos detrás de un matorral, observaron con atención el lugar. ¡De repente, vieron algo extraño!.
Al principio, pensaron que era solo su imaginación, pero después, se dieron cuenta que era alguien que se movía dentro de una de las atracciones del parque abandonado. Sintieron un poco de miedo, pero decidieron acercarse para ver quién era.
Cuando llegaron a la entrada de la atracción, vieron que era un fantasma. Tenía una especie de sábana blanca que le cubría todo el cuerpo y tenía unos grandes ojos verdes que brillaban en la oscuridad. Los niños temblaban de miedo, pero el fantasma no se movió, solo los miraba fijamente.
Los niños le preguntaron al fantasma qué estaba haciendo allí en el parque abandonado. Éste escuchó atentamente y les explicó que era un antiguo trabajador del parque de atracciones. Un buen día, un accidente lo convirtió en un fantasma y desde entonces no ha podido salir del parque abandonado. Desde entonces, nadie ha vuelto a pisar el parque y él se siente muy solo.
Los niños se sintieron mal por el fantasma y decidieron hacer algo. Pensaron que lo mejor sería devolverle la vida al parque de atracciones para que el fantasma pudiera recuperar la felicidad. Era una tarea difícil, pero estaban dispuestos a hacerlo.
Reunieron un grupo de amigos cercanos y comenzaron a trabajar en el parque de atracciones abandonado. Pasaron días y días montando juegos de feria, limpiando el lugar y poniéndolo en condiciones. Finalmente, el parque de atracciones estaba listo para recibir a la gente.
Durante la inauguración del parque de atracciones, muchas personas acudieron a la fiesta. Había mucha música, juegos y atracciones. El espectáculo principal era la casa del terror, donde se decía que vivía el famoso fantasma del parque abandonado.
La casa del terror era la atracción más divertida del lugar, pero los niños se dieron cuenta de que el fantasma que habían visto era real y que habitaba allí. Por eso, se acercaron a él y le dijeron que todo el trabajo que habían realizado era para que él volviera a sentir que tenía alguien con quien compartir su tiempo y también para que disfrutara del parque de atracciones renovado.
El fantasma se emocionó mucho, nunca había visto algo así. Los niños y la gente que había acudido a la fiesta habían hecho algo verdaderamente sorprendente. El parque estaba vivo otra vez, la música sonaba, las atracciones funcionaban y la felicidad inundaba todo el lugar.
Desde entonces, el fantasma del parque de atracciones abandonado se sintió muy agradecido por las buenas acciones de los niños. Ya no se sentía solo y estaba contento de que la gente volviera a disfrutar del parque. Los niños eran sus nuevos amigos y los mejores que pudo haber encontrado.
Y así, con las risas y la diversión intacta, el parque de atracciones se convirtió en uno de los lugares más visitados de la ciudad. Y en las noches tranquilas, los niños se reunían allí para ver al fantasma y contarle historias de sus nuevas aventuras juntos. Una amistad única que nunca olvidarían y que duraría toda la vida.
