El fantasma de la antigua mansión de la artista bohemia

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El fantasma de la antigua mansión de la artista bohemia
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El fantasma de la antigua mansión de la artista bohemia. Érase una vez en un pequeño pueblo, una antigua mansión que había sido propiedad de una famosa artista bohemia. La casa era conocida por su gran belleza y su historia estaba llena de misterio y leyendas. Pero la gente del pueblo siempre había comentado que la casa estaba embrujada, y que un fantasma vivía allí.

Los niños del pueblo, curiosos e intrépidos, solían reunirse en frente de la mansión para contar historias de terror y, aunque ninguno de ellos se había animado a entrar en ella, todos se emocionaban imaginando qué secretos y tesoros había adentro.

Un día, Leo, un pequeño niño valiente pero desafiante, decidió que era hora de enfrentar sus miedos y explorar la mansión. Reunió a sus amigos, Jimena y Mateo, quienes se unieron rápidamente a su aventura.

Cuando llegaron a la entrada de la mansión, notaron que la puerta estaba abierta. Los niños intercambiaron miradas nerviosas, pero Leo inició el camino hacia el interior de la casa.

Al entrar, se encontraron con una gran cantidad de muebles cubiertos de polvo y telarañas, y un silencio abrumador. Los niños comenzaron a buscar en cada habitación, anhelando encontrar algo emocionante, algo que valiera la pena.

Mateo empezó a contar la historia de la artista que solía vivir allí, y cómo su arte había sido admirado por todo el mundo. Jimena complementó la historia con detalles sobre las locuras que hacía la artista, como pintar con los pies y bailar desnuda en el bosque.

Después de algunos minutos, los niños llegaron a una puerta que parecía más antigua que las demás. Leo decidió probar suerte y la abrió, encontrándose con una escalera que llevaba al sótano.

El sótano estaba oscuro y lúgubre, y mientras los niños bajaban por las escaleras, Leo encendió su linterna. De repente, escucharon un ruido extraño detrás de ellos. Los niños se estremecieron, pero Leo, haciendo acopio de su valentía, les dijo que no tuvieran miedo y siguieran adelante.

Al llegar al final de las escaleras, se encontraron con una habitación cubierta de cortinas y espejos. Pero lo que más les llamó la atención, fue una pintura de una mujer hermosa, con una sonrisa enigmática en sus labios.

Jimena se acercó a la pintura y de repente, la mujer de la pintura se movió. Los niños, asustados, trataron de escapar, pero la puerta estaba cerrada. La mujer los llamó, ofreciéndoles un recuerdo de su casa.

La mujer encantadora resultó ser la artista que habitaba la antigua mansión, y los niños se sintieron tan atraídos por el encanto de la mujer que se detuvieron a escuchar su historia.

La artista les contó que ella había creado una gran cantidad de pinturas y esculturas en su casa, pero que todas ellas fueron destruidas después de su muerte. Solo aquella pintura, que ahora admiraban, se había salvado.

La mujer les regaló un cuadro pequeño que contenía una gota de pintura de cada obra que había hecho en su vida, y les agradeció por su visita. La mujer desapareció en la pintura y los niños se encontraron oyendo un ruido encantador.

Cuando los niños regresaron a la calle, se dieron cuenta de que no tenían miedo y que en realidad habían disfrutado de su aventura. A partir de ese día, la casa dejó de ser temida y se convirtió en un lugar lleno de historias y recuerdos.

Ahora, aunque la artista había muerto hacía muchos años y la casa estaba vacía, aquel cuadro pequeño que la artista les había regalado a los niños, seguía siendo el recuerdo de una gran aventura en la antigua mansión de la artista bohemia.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El fantasma de la antigua mansión de la artista bohemia
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