El Dragón y la Cueva de los Cristales

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El Dragón y la Cueva de los Cristales
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El Dragón y la Cueva de los Cristales. Había una vez un dragón llamado Fuego que vivía en una cueva en lo más alto de una montaña. Fuego era conocido por su pequeño tamaño, su corazón bondadoso y por su gran pasión por la búsqueda de tesoros.

A pesar de su pequeño tamaño, Fuego siempre había soñado con encontrar un gran tesoro que pudiera cambiar el mundo. Sabía que su misión no sería fácil, pero estaba dispuesto a hacer todo lo posible para encontrarlo.

Una mañana, mientras estaba en la cueva, Fuego vio algo brillante en la distancia. Corrió hacia allí y descubrió una pequeña cueva llena de joyas y monedas de oro.

Fuego no podía creer lo que estaba viendo. Había encontrado un gran tesoro y estaba emocionado por compartir su descubrimiento con el mundo.

Sin embargo, antes de que pudiera hacer algo al respecto, Fuego escuchó un fuerte ruido que se acercaba. Se escondió detrás de una gran roca y vio a un grupo de humanos armados con espadas y escudos que se acercaban a la cueva.

Fuego entendió de inmediato que los humanos quitarían el tesoro y lo tomarían para sí mismos. Triste por su descubrimiento, decidió esconderse en la cueva y esperar el momento adecuado para salir.

Mientras los humanos buscaban en la cueva, Fuego encontró un pequeño agujero en la pared. Decidió entrar en él y descubrió un largo túnel que conducía a un lugar desconocido.

Fuego caminó durante un largo tiempo hasta que llegó a una enorme cámara subterránea. La sala estaba llena de oro, joyas, diamantes y otras riquezas. Fuego no podía creer lo que estaba viendo. Había encontrado el gran tesoro que siempre había soñado encontrar.

Pero entonces recordó a los humanos que estaban buscando en la cueva. Sabía que si salía a la luz, sería capturado y posiblemente lastimado. Se escondió detrás de una gran piedra y esperó.

Horas más tarde, cuando el sol comenzaba a desaparecer en el horizonte, los humanos abandonaron la cueva. Fuego pensó que era seguro salir, pero decidió esperar un poco más solo para estar seguro.

Finalmente, después de mucho tiempo, Fuego salió de su escondite y comenzó a recoger el tesoro. Llenó su boca con monedas y joyas y comenzó a salir de la cueva.

De repente, escuchó algo que se acercaba. Los humanos habían regresado y lo habían encontrado. Fuego sabía que estaba en peligro y comenzó a correr hacia la montaña.

Los humanos lo persiguieron, pero Fuego era rápido y ágil. Escaló la montaña con rapidez, esquivando rocas y árboles hasta que llegó a su cueva.

Entró profundamente en la cueva y escondió el tesoro detrás de una gran roca en el fondo. Nadie podría encontrarlo allí, pensó.

Durante muchas noches, Fuego soñó con su gran tesoro. Sabía que era una fortuna que nadie más podría encontrar. Pero al mismo tiempo, se dio cuenta de que era un gran peso para él.

Finalmente, decidió darle la espalda al tesoro y vivir su vida como lo había hecho antes. Se sintió libre y feliz, y fue capaz de disfrutar de la belleza del mundo sin el constante peso de la búsqueda de riquezas.

Y así fue como Fuego vivió el resto de su vida, sin la carga de la búsqueda de tesoros y feliz por haber encontrado algo mucho más valioso que cualquier oro o joya: la paz.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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