El Dinosaurio y la Estrella Fugaz

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El Dinosaurio y la Estrella Fugaz
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El Dinosaurio y la Estrella Fugaz. Hace muchos millones de años, en el corazón de una selva brillante y frondosa, vivía un dinosaurio verde y grande llamado Tonka. Tonka era el dinosaurio más fuerte y hábil de la selva. Podía correr muy rápido y saltar por encima de los árboles más altos sin esfuerzo. Pero también era muy solitario. Nadie quería jugar con él, porqué era muy grande y asustaba a los otros dinosaurios, aunque en realidad, solo quería tener amigos con quien jugar.

Un día, mientras estaba caminando por la selva, Tonka vio algo que nunca antes había visto, una estrella fugaz en el cielo. Se quedó fascinado con el brillo y el movimiento de la estrella, no podía quitar los ojos de ella. Se propuso encontrar la estrella y ver si podía tocarla.

Tonka pasó días enteros buscando la estrella fugaz, pero no tenía éxito. Estaba muy frustrado, así que decidió pedir ayuda. Fue a la aldea de los dinosaurios y preguntó si alguien había visto la estrella fugaz.

Los demás dinosaurios se rieron de él y le dijeron que era imposible encontrar la estrella fugaz. Pero Tonka no se rindió, sabía que tenía que encontrarla.

Un día, mientras paseaba por la selva, se encontró con un grupo de dinosaurios pequeños jugando. Se acercó a ellos con precaución, no quería asustarlos, pero los pequeños dinosaurios lo notaron y comenzaron a esconderse detrás de los arbustos.

Tonka los llamó suavemente y les preguntó si habían visto la estrella fugaz. Los pequeños dinosaurios se rieron e inmediatamente hicieron amistad con Tonka. Le mostraron una luz brillante que habían encontrado en la selva. Era una lámpara que emitía una luz intensa.

Tonka les preguntó si podían usar la lámpara para buscar la estrella fugaz y los dinosaurios pequeños estuvieron de acuerdo. Con la lámpara, Tonka y los pequeños dinosaurios empezaron a buscar la estrella fugaz en la oscuridad de la noche.

Caminaron durante horas y cada vez estaban más cansados. Tonka comenzó a sentirse triste y frustrado, pues pensaba que nunca encontrarían la estrella fugaz, cuando de repente, vio una luz brillante en la distancia.

Corrieron hacia la luz y allí estaba la estrella fugaz, en un claro de la selva. Tonka se acercó cautelosamente a la estrella destelleante, y para su sorpresa, la estrella fue amable y habló con él.

Le dijo que sentía la soledad de Tonka y que ella también se sentía sola en el cielo de vez en cuando. Le preguntó a Tonka si quería ser su amigo y Tonka, contento y emocionado, aceptó de inmediato.

Desde ese día, Tonka y la estrella fugaz se hicieron amigos inseparables, y cada noche Tonka iba al claro de la selva para hablar con su amiga estrella. Los pequeños dinosaurios también se convirtieron en grandes amigos de Tonka, y juntos exploraban la selva, jugaban y se divertían.

Tonka ya no se sentía solo y triste, ahora tenía amigos con quien compartir sus días en la selva brillante. Cada noche, Tonka miraba la estrella fugaz en el cielo y le daba las gracias por su gran amistad y por haber iluminado su vida. Y la estrella fugaz, feliz y contenta, sonreía y brillaba en el cielo cada noche, feliz de haber encontrado a su amigo más querido en la selva brillante.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El Dinosaurio y la Estrella Fugaz
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