El cuento del mono y el loro amigos

Tiempo de lectura: 4 minutos

El cuento del mono y el loro amigos
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El cuento del mono y el loro amigos. Érase una vez un mono llamado Simón que vivía en la selva, saltaba y trepaba de árbol en árbol, comía frutas y se divertía jugando con sus amigos monos. Un día, mientras se balanceaba en una liana, Simón escuchó a alguien que le hablaba desde lejos. No sabía quién era, pero parecía que la voz venía de un lugar cercano.

—Hola, ¿quién eres? —preguntó Simón.

—Soy Loro, un ave muy colorida, ¿te gustaría ser mi amigo? —dijo la voz.

Simón se acercó al lugar de donde provenía la voz y vio a un loro amarillo, verde y rojo, muy bonito y simpático. Simón, sin pensarlo dos veces, le tendió la mano y le respondió:

—Claro, me encantaría ser tu amigo.

Desde ese día, Simón y Loro se convirtieron en amigos inseparables. Juntos, jugaban, comían y exploraban la selva. Simón le enseñaba a Loro cómo divertirse en los árboles, mientras que Loro le mostraba a Simón la vista desde las alturas. Siempre se apoyaban y se cuidaban el uno al otro.

Un día, mientras cazaban frutas, Simón notó que Loro no comía nada. Se acercó a él y notó que su amigo estaba triste y con lágrimas en los ojos. Simón se preocupó y le preguntó:

—¿Qué pasa amigo Loro? ¿Por qué estás triste?

—Es que… hay otros animales que se burlan de mí por ser diferente a ellos. Me dicen que soy raro por tener un pico y no una boca grande como la de ustedes —respondió Loro.

Simón entendió la preocupación de su amigo y pensó en ayudarlo. Él sabía que ser diferente es algo hermoso y especial, no una razón para hacer sentir mal a alguien. Entonces, tomó a Loro de la garra y le dijo:

—No te preocupes amigo Loro, tú eres diferente y eso es maravilloso. Deberías estar orgulloso de quién eres y yo siempre estaré aquí para ti. No dejes que las palabras de los demás te lastimen. Tú eres mi gran amigo y yo te quiero tal como eres.

Loro sonrió, abrazó a Simón y le agradeció por su apoyo y por entender lo que él pasaba. Simón, por su parte, se sintió feliz de ayudar a su amigo y de demostrarle su amor y afecto.

Meses después, Simón necesitó de la ayuda de Loro. Él estaba muy preocupado porque su mamá estaba enferma y necesitaba encontrar una medicina para curarla. Loro, sin pensarlo, se ofreció a ayudar y voló muy lejos para encontrar la cura. Él no sabía volar por mucho tiempo, ya que era un loro salvaje, pero hizo un gran esfuerzo por su amigo.

Finalmente, Loro encontró la medicina y regresó a la selva para entregársela a Simón. La mamá de Simón se recuperó y Simon se sintió agradecido con Loro. Él le agradeció su gran amistad y compasión.

Desde entonces, Simón y Loro seguían siendo los mejores amigos. Aprendieron a valorar su amistad y a comprenderse mutuamente. Simón aprendió que ser diferente es algo bueno y especial, y Loro aprendió que su diferencia es lo que lo hace único y especial. Ambos aprendieron a ponerse en el lugar del otro y a apoyarse en las situaciones difíciles. Juntos, aprendieron a ser empáticos y a amarse tal como eran.

Así, Simón y Loro demostraron que la amistad y la empatía son valores importantes en la vida. Ellos fueron un gran ejemplo para toda la selva, ya que demostraron que no importa cual sea el aspecto físico de alguien, sino lo que hay en el corazón. Siempre hay que respetar a los demás y aceptar sus diferencias. Simón y Loro enseñaron a la selva que la empatía y la amistad hacen que el mundo sea un lugar mejor.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El cuento del mono y el loro amigos
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