El conejo y la cabaña encantada

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El conejo y la cabaña encantada
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El conejo y la cabaña encantada. Érase una vez un conejo llamado Susi que vivía en un bosque muy hermoso. Susi era un conejo muy inteligente y valiente. Un día, mientras exploraba el bosque, se topó con una cabaña encantada. La cabaña estaba rodeada de árboles frondosos y un jardín lleno de flores hermosas. Susi se acercó lentamente, sintiendo un poco de temor en su corazón. Sin embargo, su valentía pudo más y se decidió a entrar a la cabaña.

En el interior, estaba tan oscuro que Susi apenas podía ver su nariz. Pero gracias a su aguda vista, logró notar una silueta en la esquina del fondo de la habitación. Era un búho sabio y tranquilo. Susi se acercó con cuidado, esperando que el búho no se asustara.

– Hola, búho sabio – dijo Susi – ¿puedes decirme por qué esta cabaña está encantada?

El búho sabio respondió:

– Hace muchos años, esta cabaña fue construida por un anciano alquimista que buscaba la fórmula de la vida eterna. Pero en lugar de encontrarla, maldijo la cabaña y nunca más regresó. Desde entonces, la cabaña está encantada.

– ¿Cómo puedo romper la maldición? – preguntó Susi.

– Solo hay una manera de romper la maldición – respondió el búho sabio – debes encontrar las tres piedras mágicas que están escondidas en alguna parte de este bosque. Cuando las tengas, las tres juntas te desvelarán el secreto para romper el hechizo.

Susi agradeció al búho sabio por la información y se dispuso a buscar las piedras mágicas. A su vez, el búho le deseó buena suerte y le recordó que debía ser valiente y no rendirse.

Susi buscó sin descanso por todo el bosque. Pasó por los árboles más grandes, saltó arroyos y se metió en cuevas oscuras y frías. Caminó durante días, sin tener éxito. Sin embargo, no se rindió y siguió buscando.

Finalmente, luego de una larga búsqueda, encontró la primera piedra mágica. Estaba escondida detrás de un árbol viejo y retorcido en el extremo del bosque. La segunda estaba escondida junto a una cascada espectacular, pero peligrosa. Susi se arriesgó bastante mientras buscaba la piedra, pero logró rescatarla con éxito. La tercera y última piedra estaba en el corazón del bosque, y Susi tardó días en encontrarla. Cuando la tuvo en sus manos, regresó a la cabaña encantada.

Allí, Susi colocó las tres piedras mágicas en el suelo y notó que comenzaron a brillar en conjunto. Entonces, decidió pronunciar las palabras que el búho sabio le había dicho: «Gracia y verdad deben reunirse en este lugar». Al pronunciar las palabras mágicas, la cabaña tembló y toda la oscuridad que la gobernaba desapareció. La cabaña encantada ya no estaba más embrujada.

Susi se sintió feliz y orgulloso por ser capaz de romper la maldición. Igualmente, decidió quedarse en la cabaña unas noches y aprovechar la calidez y comodidad que ofrecía. Durante esos días, percibió que en la cabaña se podían escuchar sonidos extraños por la noche.

Susi decidió investigar, y luego de una corta búsqueda, encontró un mapa. Era el mapa del tesoro del alquimista. Entre los árboles del bosque, se encontraba otro tesoro. Uno que todavía esperaba ser encontrado.

Así, Susi se embarcó en una nueva aventura, pero esta vez con más confianza y seguridad en su valentía. Siguió el mapa hasta la base de una montaña alta. Allí, descubrió una cueva escondida detrás de espesos árboles. La cueva tenía un pasaje estrecho y largo, pero Susi estaba decidido a llegar hasta su final. A medida que avanzaba por el pasaje, la luz del sol comenzaba a desvanecerse. Susi debía ser precavido, pues no sabía qué peligros lo acechaban.

Finalmente, llegó a un lugar amplio. Al frente, pudo ver el tesoro. Era un cofre de oro y plata con joyas incrustadas. Susi se sintió afortunado por haber encontrado el tesoro del alquimista. Pero también recordó algo importante. Siempre debía ser valiente y no rendirse, pues no sabía cuándo podría encontrar una nueva aventura.

Desde aquel día, Susi vivió feliz en la cabaña encantada, siempre en busca de nuevas aventuras. Era un verdadero héroe dentro del bosque, recordando que la valentía es la clave para superar cualquier obstáculo. Y así, se hizo famoso en todo el bosque como el conejo más valiente y astuto que jamás haya vivido.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El conejo y la cabaña encantada
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