El Caso del Queso Envenenado en el Gran Concurso. Érase una vez en un pequeño pueblo rodeado de prados verdes, un concurso de quesos. Los lugareños del pueblo habían estado trabajando duro para prepararse para el gran día, donde todos presentarían sus quesos más deliciosos.
La señora Margarita era una experta en hacer quesos, y su queso siempre era el ganador del concurso. Este año no sería diferente, ya que había estado trabajando durante semanas para producir su queso más suave y delicioso.
La competición comenzó temprano en la mañana y cada uno de los quesos fue probado y evaluado cuidadosamente por los jueces. El queso de la señora Margarita era el último en ser evaluado.
Sin embargo, cuando los jueces probaron el queso de la señora Margarita, inmediatamente notaron algo extraño. El queso tenía un sabor amargo y no recordaba en nada al queso suave y sabroso que siempre hacía.
Inmediatamente, se hizo una investigación para descubrir qué había pasado con el queso de la señora Margarita. Los investigadores descubrieron que alguien había envenenado su queso. Todos estaban sorprendidos. ¿Quién podría haber hecho tal cosa?
El concurso se canceló, y el pueblo estaba consternado. La señora Margarita estaba muy triste porque se había esforzado tanto para hacer su queso perfecto. También estaba preocupada porque no sabía quién había hecho esto o por qué.
Los niños del pueblo no estaban contentos de que el concurso de quesos se cancelara. Así que se decidieron a descubrir quién había envenenado el queso de la señora Margarita. Ellos no podían permitir que alguien se saliera con la suya.
Entonces, los niños llevaban a cabo su investigación. Preguntaron a los habitantes del pueblo y buscaron pistas en todas partes. Finalmente, encontraron algunas huellas en un campo cerca del granero de la señora Margarita.
Los niños siguieron las huellas y llevaron a cabo sus investigaciones en una casa abandonada. Con asombro descubrieron una pequeña sorpresa. Fue un roedor grande frente a ellos con una expresión de culpabilidad en su rostro.
El roedor, llamado Ratajilla, había estado ocultándose en la casa abandonada en las afueras del pueblo, y había visto a la señora Margarita haciendo sus quesos. Ratajilla había tomado una pequeña cantidad de veneno de un granero cercano y lo había puesto en el queso de la señora Margarita para sabotearla en el concurso y ganar él.
Los niños estaban impactados. ¿Por qué alguien haría algo así? Los niños llevaron a Ratajilla a la policía, quien lo arrestó por su malévola fechoría.
La señora Margarita estaba muy agradecida a los niños y, en particular, a su cuidado y atención. A medida que los niños se iban, la señora Margarita les dio una gran sorpresa, los llevó a su casa y les ofreció una deliciosa merienda con sabrosos quesos.
A partir de ese momento, la señora Margarita y los niños del pueblo se convirtieron en buenos amigos y ella les enseñó sus secretos para hacer deliciosos quesos. El pueblo aprendió la lección de que no se deben juzgar al valor y al esfuerzo colocado en hacer algo en base a lo que otros deciden. Y que, si alguien no logra ganar, el esfuerzo colocado debe ser valorado igualmente.
Desde ese día, la señora Margarita siguió haciendo sus deliciosos quesos que la hicieron famosa y el concurso de quesos fue organizado una vez más en el pueblo. Esta vez, todas las entradas fueron revisadas cuidadosamente antes de ser juzgadas, y el sabor y la calidad de los quesos nunca ha sido mejor.
La lección aprendida por el pueblo era que trabajar duro y honestamente siempre sería recompensado y que la verdad siempre triunfa, por la valentía de aquellos dispuestos a buscarla.