El caballo que contaba historias. Había una vez un hermoso caballo llamado Pegaso, que tenía la habilidad de contar historias increíbles. Todos los habitantes del bosque se reunían alrededor de Pegaso para escuchar sus fantásticos relatos. Pegaso fue bendecido por las hadas del bosque con el don de la palabra y una mente llena de asombrosas aventuras.
Cada tarde, Pegaso trotaba por el bosque y buscaba a los animales que quisieran escuchar una historia. Los animales se reunían en una pequeña pradera, sentados alrededor de Pegaso, quien comenzaba su leyenda mágica. Había historias de hadas, duendes, dragones y princesas, que todos escuchaban atentamente.
Un día, mientras Pegaso contaba una historia sobre un valiente caballero que salva a una princesa de un castillo encantado, un pequeño ratón decidió irse sin escuchar el final. El caballo estaba un poco desconcertado al ver al ratón alejarse, pues siempre lograba capturar la atención de todos los animales del bosque, pero decidió ignorarlo y continuar su historia.
Al terminar la historia, Pegaso se despidió de los animales y se dirigió a su sesión de entrenamiento. Él era un caballo muy disciplinado, ya que sabía que su don era valioso para todos los habitantes del bosque y debía estar preparado para contar una historia en cualquier momento.
Pegaso se empeñaba en mejorar sus habilidades todos los días, y dedicaba gran parte de su tiempo a entrenar su voz y memoria. Sabía que, en algún momento, su habilidad de contar historias tendría un propósito más importante que simplemente entretener a los animales.
Un día, el bosque fue atacado por unas feroces bestias. Todos los animales estaban aterrorizados y no sabían qué hacer. Fue entonces cuando Pegaso sugirió que contar una historia al rey de las bestias para salvar al bosque. Todos los animales lo apoyaron y Pegaso comenzó su viaje hacia la guarida de las bestias.
Después de cruzar ríos y atravesar llanuras, Pegaso llegó a la guarida de las bestias. El caballo asustado se acercó a la guarida y gritó: “¡Oh, rey de las bestias! Tengo una historia para ti”.
El rey de las bestias, un lobo enorme, salió de su guarida y se acercó a Pegaso. Este último comenzó entonces la historia de un rey sabio que gobernaba su reino con justicia y bondad. El rey oyó la historia con atención y se conmovió.
De repente, el rey de las bestias comenzó a llorar. Jamás había escuchado una historia tan conmovedora. Se dio cuenta de que su comportamiento era el opuesto al del rey de la historia que Pegaso le contaba. Pegaso aprovechó este momento y le dijo que el bosque estaba lleno de animales amables y correctos; pidiendo al rey que no los lastimara.
El rey de las bestias, conmovido por la historia y con la sabiduría que Pegaso le había dado, decidió separarse pacíficamente del bosque y retirar a sus tropas. Gracias a la habilidad de Pegaso para contar historias, el bosque fue salvado, y los animales honraron el coraje y la sabiduría del hermoso caballo.
Desde entonces, Pegaso fue aclamado como un héroe en el bosque. Todos los habitantes de la región recordaban con gratitud aquella histórica batalla en la que, gracias a la sabiduría de Pegaso, se salvó el bosque.
En resumen, Pegaso, gracias a su habilidad de contar historias, logró lo que parecía imposible: la paz en el bosque, sin la necesidad de utilizar la fuerza o la violencia. Como resultado, Pegaso se convirtió en un héroe en el bosque, gracias a su valentía, inteligencia y sabiduría.
