El León en la Clase de Salto en el Río. Érase una vez en la selva, en una clase de animales en la que la profesora enseñaba a saltar en el río. Todos estaban prestando atención, pero había un león llamado Simón que siempre se demoraba y no podía saltar correctamente.
Cada vez que la profesora les enseñaba a saltar, Simón se quedaba atrás y nunca lograba saltar lo suficientemente largo para pasar el río. Los demás animales comenzaron a reírse de él y a burlarse, entonces Simón se sintió muy triste y decidió no volver a la clase de salto en el río nunca más.
Un día, mientras Simón estaba en su cueva, vio a un zorro que saltaba por los alrededores con mucha agilidad. Este zorro había ganado muchos concursos de salto en el río, así que Simón se acercó y le preguntó cómo lo hacía.
El zorro le dijo que la clave para saltar es tener mucha confianza. «Si eres una persona segura de sí misma, puedes saltar cualquier cosa», dijo el zorro a Simón.
Simón se dio cuenta de que había perdido la confianza en sí mismo y se había dejado vencer por las burlas de los demás animales. Así que decidió volver a la clase de salto en el río, esta vez con una actitud positiva y confiada.
La profesora estaba muy contenta de que Simón hubiera decidido regresar. Entonces le dio algunos consejos para mejorar su salto. Le dijo que debía concentrarse en el objetivo, tener una buena posición y luego saltar con confianza.
Simón tomó nota de todo lo que la profesora le dijo y comenzó a practicar. La primera vez que lo intentó, tropezó y cayó al río. Pero poco a poco fue mejorando su técnica y su confianza.
Un día, la profesora anunció que habría un concurso de salto en el río y que el ganador sería el que saltara más lejos. Todo el mundo estaba emocionado, especialmente Simón, que quería demostrar lo que había aprendido.
Llegó el día del concurso y todos los animales se reunieron en el río. La profesora comenzó a llamar a cada animal para que saltara y cada uno trataba de superar al anterior.
Finalmente le llegó el turno a Simón. Él respiró profundamente para acumular toda la confianza y saltó con todas sus fuerzas. ¡Fue un salto espectacular! Simón había saltado más lejos que todos los demás animales y había ganado el concurso.
La multitud estalló en aplausos y todos los animales felicitaron a Simón por su increíble logro. Se dio cuenta de que nunca debió dejar que las burlas de los demás le hicieran perder la confianza.
Desde ese día, Simón siempre era el primero en la clase de salto en el río y todos los demás animales lo admiraban. Ya no lo burlaban, sino que lo respetaban y le pedían consejos para mejorar sus saltos.
Simón se había convertido en un gran líder y una verdadera inspiración para todos los animales de la selva. Desde entonces, siempre creyó en sí mismo y en todas las cosas que podía lograr, sin importar las dificultades en su camino.
Y así es como Simón el león aprendió la importancia de la confianza en uno mismo y cómo ésta lo llevó al éxito y la admiración de todos los demás. ¡Qué gran ejemplo para todos nosotros!
