La Sirena de la Playa de las Maravillas del Mar Oscuro. Érase una vez, en la playa de las Maravillas del Mar Oscuro, vivía una hermosa Sirena llamada Marina. Ella era la más hermosa de todas las criaturas del mar, con su larga cabellera y su cola azul. A menudo, se sentaba en una roca en la orilla, cantando dulces canciones que resonaban en todo el mar.
Un día, Antón y Jose, dos amigos, estaban jugando en la playa cuando escucharon la elegante voz de Marina. Ambos se sintieron inmediatamente cautivados por su canto y comenzaron a acercarse a la orilla del mar. Cuando finalmente vieron a Marina, estaban tan asombrados por su belleza que se quedaron mirando boquiabiertos.
Marina se asustó cuando vio a los niños, pero rápidamente se dio cuenta de que no parecían malvados, así que les habló.
«Hola, pequeños», dijo Marina amablemente. «¿Qué están haciendo en la playa hoy?»
«¡Hola!», dijo Antón. «Estábamos jugando por aquí y escuchamos tu hermosa voz. ¿Puedes hablar?»
«Sí», respondió Marina con una sonrisa. «Soy una Sirena, una criatura del mar. ¿Quieren ser amigos?»
¡Qué emoción que Antón y Jose tenían! Habían oído hablar de Sirenas, pero nunca habían visto una en la vida real. De ahora en adelante, los tres se hicieron amigos y comenzaron a pasar mucho tiempo juntos en la playa.
Cada día, Marina contaba a los niños sobre las maravillas del mar – de los tesoros ocultos, los barcos sumergidos y las ciudades submarinas. También los llevaba a diferentes partes del mar, mostrando hermosas vistas del mar.
Un día, mientras exploraba una cueva submarina, Marina se encontró con una extraña criatura. Era una medusa gigante, y estaba enfurecida porque algo había desordenado su hogar.
Marina sabía que tenía que hacer algo para calmar a la medusa antes de que se volviera aún más violenta. Así que, hablando con voz suave y tranquilizadora, le preguntó qué podía hacer para ayudarla.
La medusa le dijo que alguien había venido y había destruido su nido, lo que la había enfurecido. Marina entendió la ira de la medusa y la prometió que haría todo lo posible para descubrir al culpable.
Marina regresó a la superficie y les contó a sus amigos sobre la medusa enojada. Juntos, los tres amigos idearon un plan para encontrar al culpable y poner las cosas en orden.
Pronto, descubrieron que era un grupo de seres humanos que habían estado haciendo planes para construir una gran nave en la playa. Al hacerlo, habían destruido sin saberlo el hogar de la medusa.
Antón y Jose, conocidos por su ingenio y audacia, pudieron reunir a varias personas en la playa y convencerlos de que ayuden a reparar el nido de la medusa para que pudiera volver a estar cómoda en su hogar.
Cuando la medusa regresó a su hogar y vio que estaba reparado, estaba sorprendida y aliviada. Agradeció a Marina y a sus amigos por su ayuda y decidió que la próxima vez que necesite algo, les pedirá ayuda.
Los amigos regresaron a la playa y Marina cantó su canción más dulce para celebrar su victoria. La medusa y otros animales del mar se unieron a la celebración agradecidos a sus nuevos amigos.
Desde entonces, todos los que vivían en el mar de las Maravillas del Mar Oscuro supieron que si alguna vez necesitaban ayuda, podían contar con Marina, Antón y Jose.
Y así, Marina y sus amigos vivieron felices para siempre, explorando los misterios del océano y cuidando de todos los seres que llamaban al mar su hogar.