El Monstruo del Río del Olvido Eterno

Tiempo de lectura: 4 minutos

El Monstruo del Río del Olvido Eterno
¿PREFIERES UN AUDIOCUENTO?

Si prefieres, puedes escuchar el cuento mientras haces otras tareas

El Monstruo del Río del Olvido Eterno. Érase una vez, en un pueblo a orillas de un río misterioso, donde los habitantes vivían con miedo al monstruo del río. Este ser tenía un gran poder sobre el agua y se decía que podía hacer olvidar todo lo que viniera en contacto con él.

Los niños no podían jugar cerca del río, los pescadores no se aventuraban a buscar peces en sus profundidades y los lugareños evitaban pasar por el río del Olvido Eterno en la noche. Aunque el monstruo nunca había sido visto, todos sentían su presencia.

Sin embargo, un día, un pequeño niño llamado David decidió llevar a cabo una aventura. Se acercó a orillas del río, y aunque tenía miedo, se arriesgó a dejar una pequeña barca en el agua. Sin embargo, cuando su mano entró en contacto con el río, algo extraño sucedió. Repentinamente, olvidó todo lo que había sucedido en el día, ¡incluso olvidó dónde había dejado su barca!

David comenzó a correr por el bosque, desconcertado, cuando la voz de un anciano le alertó sobre el peligro de acercarse al río. «Ese es el río del Olvido Eterno, y tu contacto con él, te ha dejado encantado por el monstruo», le dijo el anciano. David siguió corriendo en dirección contraria al río, pero las historias de los aldeanos comenzaron a resonar en su cabeza. ¿Realmente existía un monstruo en el río?

A medida que pasaban las noches, David se dio cuenta de que su memoria se iba debilitando poco a poco. Ya no recordaba cosas simples de la vida cotidiana, como el nombre de sus amigos o el camino hacia su escuela. Se dio cuenta de que el monstruo estaba teniendo un gran efecto sobre él.

Decidió que tenía que hacer algo al respecto y vencer su miedo al monstruo. En su siguiente intento, David se preparó con una pequeña botella de agua bendita de la iglesia del pueblo. Con un movimiento rápido, sumergió la botella en el río, y después se llenó un vaso de agua.

A su sorpresa, David no sintió nada extraño después de beber el agua. Entonces, decidió que debía tener una conversación con el monstruo. La siguiente noche, David se acercó al río y comenzó a hablar. «Monstruo del río, sé que estás ahí. Pero también sé que no eres tan malvado como todos dicen que eres. Si realmente eres poderoso sobre el agua, por favor, haz algo por esta aldea». Pero el monstruo no respondió.

David regresó al pueblo con rapidez, pero su corazón estaba lleno de temor. ¿Había molestado al monstruo? ¿Qué le pasaría en la noche?

A la mañana siguiente, los habitantes del pueblo se sorprendieron al descubrir que el monstruo había hecho algo extraordinario. En las aldeas cercanas, la gente contaba historias de que sus cosechas habían mejorado y de que el agua de los pozos del pueblo estaba más limpia de lo que nunca ha estado.

Nadie sabía cómo había sucedido, pero todos sabían que había sido gracias al monstruo del río y a una pequeña botella de agua bendita que había sido utilizada por un pequeño niño valiente.

Desde ese día en adelante, la gente empezó a respetar el río, y aunque todavía tenían miedo del monstruo, ahora sabían que podían pedir su ayuda para mejorar sus vidas.

David se quedó en la aldea, y mientras crecía, nunca olvidó el coraje que tuvo esa noche. Aprendió que muchas veces hay miedo en lo desconocido, pero que si se le habla con valentía, puede ser un aliado. Y así, la gente del pueblo rezaba por la ayuda del monstruo del río cada vez que necesitaban algo.

Y aunque todavía había noches en las que algunos tenían miedo al monstruo, ellos sabían que ese miedo era parte del misterio que todo el mundo disfrutaba de vivir en una ciudad cercana al río del Olvido Eterno.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El Monstruo del Río del Olvido Eterno
¿Te ha gustado «El Monstruo del Río del Olvido Eterno»?
¡Compártelo con tus amigos!
Facebook
Twitter
Pinterest
WhatsApp
Email
Imprimir